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BOGOTÁ, COLOMBIA.- Una explosión que se registró ayer en el municipio de Puerto Rico, dejó al menos seis muertos y unos 28 heridos, informaron fuentes militares.
El comandante de la IV división del ejército, general Luis Hernando Barbosa, explicó que pasadas las diez de la mañana un grupo de guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) hostigó con disparos a tropas del ejército que estaban una de las riberas del río Ariari.
De forma paralela, una lancha con gente atracó en el muelle fluvial de Puerto Rico, localidad ubicada a 200 kilómetros al sureste de Bogotá. Entonces, los 56 pasajeros del bote comenzaron a desembarcar.
“Una señora llevaba un paquete, el cual explotó, muriendo ella, un niño y adulto”, dijo el general Barbosa, en entrevista telefónica.
Las autoridades investigan si la mujer fue engañada o si era una integrante de la guerrilla que llevaba una carga explosiva para detonarla.
Posteriormente, se determinó que otras tres personas más murieron en la explosión. También 28 más quedaron heridas y hay varios desaparecidos, por lo cual no se descarta que siga elevándose en número de víctimas.
Dos helicópteros del ejército fueron desplazados desde Bogotá al lugar con varios médicos y enfermeros militares abordo para prestar atención médica. En este municipio del departamento del Meta no hay presencia de la policía.
Varios de los heridos fueron trasladados en las aeronaves militares a las instalaciones del Hospital Militar Regional de Oriente en la ciudad de Villavicencio. En la población de Puerto Rico, donde viven unas 2,000 personas, sólo hay un pequeño centro de salud primario.
También ayer, el ejército informó en un comunicado que tropas de la brigada XVIII desactivaron un carro cargado con explosivos, que guerrilleros de las FARC pretendían hacer estallar en el municipio de Arauquita, en el noreste del país.
Colombia vive un severo conflicto armado de casi cuatro décadas, que deja unos 3,500 muertos al año.
Estos dos atentados se registraron mientras que un tramo del oleoducto Caño Limón-Coveñas, que transporta 110,000 barriles diarios de petróleo, fue volado por presuntos guerrilleros, informaron fuentes militares.
“El daño es grande”, afirmó el comandante de la II división del ejército, general Eduardo Morales.
A raíz del ataque ocurrido en el área rural del municipio de Arauquita, a 390 kilómetros al noreste de Bogotá, fue suspendido el bombeo de crudo. También se enviaron tropas para proteger a los técnicos encargados de reparar la tubería.
El atentado fue considerado como una represalia de presuntos guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) por la reciente captura en la zona de unas 30 personas afines a la guerrilla.
Este año, los rebeldes han realizado una veintena de atentados en contra de este oleoducto, que lleva crudo principalmente para la exportación.
Debido a la intensa campaña de sabotajes contra la industria petrolera en la zona, instructores de las fuerzas especiales de Estados Unidos comenzaron entrenar a tropas del ejército colombiano en la protección del pozo de Caño Limón y del oleoducto de 780 kilómetros que se extiende desde los llanos orientales hasta el puerto caribeño de Coveñas.
Este yacimiento petrolero, el segundo más importante del país, es operado por la empresa estatal Ecopetrol y la compañía estadounidense Occidental Petroleum.