LIMA (AP).- Siete militares muertos y 46 heridos dejó el jueves una violenta explosión en un polvorín del Ejército que remeció la ciudad de Tumbes, en la frontera norte con Ecuador, donde se registraron diversos daños en casas y edificios públicos, según informes preliminares.
"Una evaluación preliminar es que hay dos oficiales fallecidos y cinco miembros del personal de tropa", dijo a radio CPN el alcalde de Tumbes, Ricardo Flores.
"Afortunadamente ha explosionado uno de más de 60 (polvorines) que hay en la zona fronteriza", declaró.
La detonación ocurrió en el cuartel El Tablazo, del Ejército, que se encuentra a dos kilómetros y medio de Tumbes, ubicada a 1.010 kilómetros al noroeste de Lima.
El técnico policial Luis Aguilar de la Policía en Tumbes, precisó a la AP que hasta el momento 36 civiles heridos han sido llevados a dos hospitales de la ciudad, mientras que 10 efectivos fueron trasladados a la posta de Sanidad del Ejército.
La comandancia del Ejército informó en un comunicado que la explosión se produjo a las 9:50 horas cuando miembros de infantería realizaban una verificación del material existente.
Indicó que hubo daños materiales y personales que no precisó.
"No se puede ingresar al lugar donde han ocurrido los hechos porque hay peligro de otra inminente explosión", dijo a Radioprogramas Javier Bravo Vargas, fiscal superior de Tumbes.
El alcalde Flores señaló que la onda expansiva provocada por la explosión alcanzó a toda la ciudad, y "todos los vidrios de los locales públicos y privados se han caído como consecuencia de la onda expansiva".
Varios pobladores se comunicaron a través de emisoras limeñas y afirmaron que muchas personas resultaron heridas en sus casas, en mercados y otras zonas de la ciudad.
Flores dijo que entre la población civil hay personas con contusiones y cortes menores ocasionados por la rotura de vidrios de las ventanas de viviendas y edificios.
"La población está totalmente atemorizada", señaló.
Reporteros radiales desde la zona, dijeron que la población salió despavorida a las calles creyendo que se trataba de un terremoto.