ABUJA, NIGERIA.- Varias decenas de personas resultaron heridas ayer en una estampida en la capital nigeriana, cuando las tropas dispararon balas y granadas lacrimógenas para dispersar una manifestación contra los precios de los combustibles.
En el último episodio violento de una protesta que ya lleva tres días, los militantes del Congreso Laborista de Nigeria (NLC) trataron de obligar a los comerciantes de un mercado central que acatasen una orden de quedarse en casa dada por la organización política.
La policía no fue capaz de dispersar a los manifestantes de la NLC, que llegaron al mercado Wuse en una caravana de vehículos flanqueada por cientos de motocicletas-taxi, y entonces se ordenó a las tropas que acudieran a restaurar el orden en la zona abierta del mercado, dijeron los testigos.
Informes inmediatos indicaron que mucha gente había resultado herida, pero no estaba claro si alguien había sido alcanzado por las balas.
Militantes de NLC en convoyes motorizados incrementaron su presencia en Abuja al acabar el martes por la noche las conversaciones para poner fin a la huelga, sin haber llegado a un acuerdo.
La huelga, que fue convocada para protestar contra el incremento ordenado por el presidente Olusegun Obasanjo de más de un 50 por ciento en los precios de los combustibles, ha dañado al octavo exportador de petróleo del mundo. Nigeria exporta más de dos millones de barriles de petróleo diarios.