Registran el domicilio del inculpado
Continúan las investigaciones correspondientes a la muerte de Cristina Barrera Cabello, quien fuera pareja sentimental de Iván Arturo Enríquez Hernández, que se desempeñaba como policía ministerial y es considerado como el responsable de dicho delito.
La muerte de Cristina ocurrió el 8 de octubre, siendo al día siguiente en que su hijo José Luis Gamero Ibarra, de 19 años, acudió a las oficinas de la Dirección de Averiguaciones Previas para interponer una denuncia en contra del agente ministerial.
A 18 días de haberse presentado la demanda, en la mesa número cuatro, no se tienen avances de consideración en la investigación que están llevando a cabo los agentes de la institución policiaca y del Ministerio Público.
Luis Medina Elías, encargado de las indagaciones de dicho procedimiento, señaló que son pocos los avances que se tienen en la recabación de información que ayude a sustentar la denuncia presentada en su despacho.
“No hay nada nuevo, no se ha avanzado en la integración, puesto que se recopila muy poca información”, señaló Medina Elías, encargado de la mesa número cuatro de la DAP.
Explicó que los llamados a comparecer no aportan detalles o datos que contribuyan al fortalecimiento de la investigación, por lo que prácticamente permanece estancada.
Comentó que se ha tratado de localizar a otras personas para interrogarlas, pero no se ha tenido suerte tanto con los que ya han comparecido como los que no lo han hecho; incluso, declaró que entrevistó a una ex pareja del policía ministerial, quien no aportó detalle alguno. Indicó que se platicó con los vecinos de la occisa que viven en la planta baja del lugar, pero que ellos manifestaron que nunca escucharon nada.
El jefe de la Policía Ministerial, Eulalio Aldama Enríquez, declaró que los elementos siguen en la búsqueda de su ex compañero de trabajo, inclusive que se registró el domicilio del inculpado, pero que no se han obtenido buenos resultados, ya que no se ha dado con su paradero.
Aseveró que con las indagaciones se ha llegado a la conclusión de que Iván Arturo Enríquez ya no se encuentra en el interior de la ciudad, puesto que al verse perseguido emigró a otro sitio.