El Siglo-AEE
México, DF.- El autoempleo podría representar la antesala de una mayor proliferación de actividades informales, debido a que hay un total de diez millones 800 mil personas que laboran en el sector no estructurado de la economía, las cuales representan 26.7 por ciento del total ocupado.
El liderazgo en el crecimiento de 1.2 por ciento real anual del Producto Interno Bruto durante el primer semestre de 2003, recayó en el sector terciario de la economía, precisamente el que mayor propensión presenta a orientarse a la economía informal.
Así, en relación con la producción nacional, se observa que el 21.5 por ciento del comercio y restaurantes se realiza dentro del sector informal, al igual que el 16.4 por ciento de los servicios personales. El sector paralelo a la formalidad ha ido ganando mayor espacio dentro de la economía nacional, y ya dentro del transporte, la producción informal conforma el 11.5 por ciento del total nacional, en la construcción 10.8 por ciento y en la industria manufacturera representa el subsector informal con relación a la producción nacional, el 5.3 por ciento.
La posición menos flexible en materia fiscal y los crecientes costos de producción enfrentados por las microempresas en el país, podría dar la pauta a mayor cantidad de personas ocupadas dentro de la economía informal.
Un investigación del área de Análisis económico de una agencia de noticias internacionales basada en información del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, revela que el empleo formal arrojó cifras poco alentadoras, ya que mantuvo un estancamiento durante el segundo trimestre del año, cuando sólo mostró un avance de 0.8 por ciento anual.
Eso significó la apertura de 331 mil nuevas plazas de trabajo en la economía formal, pero se quedaron dentro del universo del desempleo 882 mil personas en ese mismo lapso.
En estos términos habría que considerar el manejo que han dado las autoridades a la posibilidad de que el autoempleo represente una real solución a la pérdida de empleos formales que resiente la economía, debido a que en el ámbito no agropecuario casi 16 millones de personas ?esto es, 46.9 por ciento? están ocupados en micronegocios registrados legalmente.
Si bien la población ocupada en este tipo de establecimientos se incrementó tres por ciento anual durante el segundo trimestre de 2003, este avance sólo significó la contratación adicional de 480 personas.
Este sector se compone de las personas que participan en micronegocios no agropecuarios, asociados en su mayor parte con los hogares que no tienen un nombre o razón social, y que carecen de un registro ante las autoridades, además de que los trabajadores carecen de contrato y cobertura en la seguridad social.
La paralización de las actividades con mayor impulso en el empleo ha originado cambios bruscos en la ocupación, debido a que 236 mil personas trabajaron menos de cinco horas a la semana.
La pérdida de empleos en la economía formal trajo consigo mayores presiones de migración del campo, al registrarse que en el sector primario ?en el cual la Población Económicamente Activa Rural es de seis millones 700 mil personas en total?, se presentó una pérdida de empleos de 393 mil plazas en el segundo trimestre de 2003, lo que puede deberse a un traslado hacia la inactividad económica o a una migración de la población ocupada hacia otras localidades de mayor tamaño o hacia el exterior.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Empleo correspondiente al segundo trimestre del año, publicada por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, se advierte que en ese lapso la población ocupada en el sector industrial aumentó en 86 mil y la ocupada en el sector terciario se incrementó en 644 mil trabajadores.
Es así que la población que estuvo participando en la generación de algún bien económico o en la prestación de un servicio ascendió a 40 millones 633 mil personas, cifra que supera en 331 mil a la registrada en abril-junio de 2002, y que representa apenas un incremento de 0.8 por ciento anual.
De lo anterior se desprende que las autoridades han intentado darle solución al desempleo, aportando fórmulas inmediatistas, que en términos económicos resultan de un alto costo en el mediano y largo plazos.
Eso debido a que en la economía informal quedan incorporados los vendedores ambulantes de mercancías y de alimentos, artesanos, prestadores de servicios domésticos, así como sexoservidoras.