Torreón, Coah.- Cuando Rogelio supo que iba a ser parte de Estrellas de Novela, sintió que se iba a infartar. En ese momento pensó que se le abría una puerta inmensa y que era la oportunidad para ser parte del difícil medio artístico. “Es una sensación que te mueve el alma, te brillan los ojos, te pones a chillar... era una oportunidad y una responsabilidad muy grande”.
Al igual que él, los también ex alumnos Gabriela, Luis, Gustavo y César se formaron muchas ilusiones, pero nunca se pusieron a pensar qué iba a ser de ellos cuando los expulsaran, y mucho menos se imaginaron que cuando abandonaran la casa-escuela los iban a mandar de regreso a sus hogares con las manos vacías.
Se acaba de anunciar que el programa finalizará sus transmisiones tres semanas antes de lo previsto, el próximo 30 de noviembre, justo el mismo día en que su principal competencia y “verdugo” en Televisa, Big Brother VIP, llegue a su fin.
-¿Qué te dijeron los ejecutivos al salir?
La verdad, nunca tuve contacto con ningún ejecutivo, simplemente ponen a alguien que está a tu cargo, te quedas en un hotel durante tres días para que cumplas con la promoción del programa, pero después de eso no te dicen absolutamente nada. Si eres de otra parte (que no sea el D.F.) te mandan al aeropuerto con un chofer y te vas en avión a tu casa, pero ni las gracias te dan. Por entrar a Estrellas de Novela me quedé sin escuela y sin trabajo”, declaró Luis Mendoza Solana, originario de Oaxaca y quien fuera participante del reality show de Tv Azteca.
Pese a que todos sabían que nada más un hombre y una mujer recibirían como premio llevar el protagónico de una telenovela producida por la empresa del Ajusco, esperaban que a los expulsados les ofrecieran una oportunidad de trabajo o entrar a estudiar al Centro de Formación Actoral (Cefac); lo que hasta el momento no ha sucedido.
“Nunca nos aclararon que al ser expulsados nos mandarían de regreso a nuestras casas. Nosotros entramos y no sabíamos lo que iba a pasar... hasta ahorita me estoy enterando de muchas cosas, como por ejemplo que el programa no está funcionando como querían”, explicó Gabriela Quiroga, de Monterrey, N.L. Gustavo y César también se encuentran con la incertidumbre de lo que les depara el destino, pero piensan positivo. Ninguno de los dos tiene dinero, ambos comenzarán a tocar puertas para ir escalando poco a poco y alcanzar su sueño de ser actores. Gustavo tiene planeado dejar su natal Durango para irse a vivir a México, pero todavía no es nada seguro, pues su familia tiene problemas económicos.
La situación de César es un poco mejor, ya que él vive en el Estado de México y tiene más relación con gente del medio; incluso actualmente aparece en el comercial de un auto compacto.
“Ahorita te puedo decir que no sé que voy a hacer cuando llegue a mi casa porque no tengo ni un solo peso; creo que tengo 70 pesos en la bolsa y es lo que me queda para moverme a los castings (que piensa hacer). Muchas veces le decía a mi papá tengo un casting y no tengo dinero; son cinco pesos del camión, dos del metro... total me daba como 15 pesos contaditos para el pasaje, y si se me antojaba un chicle me quedaba con las ganas”.
De los cinco entrevistados, Luis fue quien se mostró decepcionado. Él estaba becado en el Cefac, tenía cuatro meses estudiando y optó por dejar la carrera para ingresar al reality.
Plenamente convencido explicó que no puede comparar las clases que le daban en el reality show con las del Cefac... “No tiene (Estrellas de Novela) ni un granito de lo que pudiera ser una formación más en serio, como programa de televisión lo que realmente quieren es dar un show. Es una escuela pero no creo que pueda formar gente para actores”.
-Entonces, ¿qué sería lo bueno que te dejó estar en Estrellas de Novela?
“Un poco más de madurez, una lección de vida; y en el aspecto de... ¡hombre! no dejarte llevar por lo más fácil”.