HAIFA, ISRAEL.- Una suicida palestina hizo estallar ayer una bomba que llevaba atada al cuerpo dentro de un concurrido restaurante en la ciudad israelí de Haifa, matando a unas 20 personas, incluidos tres niños, e hiriendo a alrededor de 50, según la policía.
La explosión se produjo alrededor de las dos de la tarde, cuando el local estaba atestado por ser día del descanso sabático en Israel, cuando muchas familias salen a comer fuera de casa.
La Policía ignora cómo pudo la terrorista llegar hasta el restaurante, aparentemente desde Cisjordania, pues todos los pasos con ese territorio estaban clausurados desde ayer con motivo de la próxima celebración del Día del Perdón (Yom Kippur), que comenzará hoy al anochecer.
El grupo Yihad Islámica se adjudicó la responsabilidad del ataque ocurrido mientras familias judías disfrutaban de un almuerzo en el restaurante Maxim, propiedad de un árabe cristiano y de una familia judía, y muy frecuentado por árabes y judíos.
La explosión ocurrió en un día soleado cerca de la popular playa de Haifa. ?De repente, oímos una explosión tremenda. Vimos humo saliendo del restaurante y las ventanas rotas?, dijo Navon Hai, un testigo. ?No pudimos hacer mucho. Las familias estaban muertas alrededor de las mesas, había niños sin extremidades?.
?Había un guardia de seguridad afuera, pero el atacante se las ingenió para entrar y hacerse estallar?, dijo a periodistas en el exterior del carbonizado restaurante Maxim, ubicado en este puerto en el norte del país, el jefe de la policía nacional israelí, Shlomo Aharonishky.
La cabeza de la atacante, que tenía una larga melena negra, yacía en el suelo en el centro del restaurante rodeada por otras partes corporales y ropas ensangrentadas. En medio del desastre que cubría todo el restaurante, se observaba casi intacto un coche infantil blanco y negro. Que seguramente pertenecía a alguno de los niños que quedaron heridos en el lugar.
La policía añadió que entre los muertos había tres niños y un guardia de seguridad. También informó que unas 50 personas resultaron heridas. Medios de prensa israelíes expresaron que uno de los pequeños que murió era un bebé de varios meses de nacido y que los otros dos tenían entre tres y cinco años.
El movimiento Yihad Islámica nombró a la atacante como Hanadi Tayseer Jaradat, de 29 años y oriunda de la ciudad de Jenin, en Cisjordania. Según miembros de Yihad, la joven estaba vengando la muerte de su hermano y un primo a manos de soldados israelíes.
El líder del movimiento radical en la franja de Gaza, Abdulá al Shami, declaró que el ataque ?prueba el fracaso de todas medidas de seguridad que toman los sionistas, incluidas el cierre de los territorios y el aislamiento racista de los palestinos mediante el muro de seguridad? que Israel construye alrededor de Cisjordania.
Rechazó que el ataque ?tuviera un particular significado político? y consideró que es ?la reacción natural de los palestinos a los crímenes diarios perpetrados por los ocupantes israelíes?.
El ataque de ayer, provocó una protesta en el extranjero y revitalizó las intenciones del gobierno israelí de expulsar al presidente palestino Yasser Arafat, a pesar de que tanto él como su primer ministro designado condenaron la agresión contra civiles.
Responden con violencia
Horas después del atentado en Haifa el primer ministro israelí Ariel Sharon convocó a su gabinete para estudiar una respuesta, mientras que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) lanzaron un violento ataque al ingresar con tanques y vehículos blindados en la ciudad cisjordana de Tulkarem, donde abrieron fuego contra la población y abatieron a un niño y a un miembro de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa.
El niño de nueve años murió al ser alcanzado por el fuego que los soldados lanzaron contra las viviendas para abatir al activista de las Brigadas, Sirhan Sirhan, presunto responsables del atentado perpetrado el pasado diez de noviembre en Kibbut Metzer.
Las FDI también incursionaron ayer en la ciudad cisjordana de Jenin, donde se dispersaron en varios puntos para mantener en control la ciudad en el marco de un operativo en el que ya se han registrado intercambios de fuego, según la prensa israelí.
A pesar de estas acciones, llevadas a cabo poco después del atentado, el gabinete israelí de Sharon aún estudiaba la posible respuesta a la acción en Haifa ante el temor de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que cree que la represalia podría ser la expulsión de su líder Yasser Arafat.
Por lo pronto, un responsable de la oficina de Sharon, David Baker, culpó a la Autoridad Palestina del atentado en Haifa, que en su opinión, ?ilustra una vez más el hecho de que la ANP rechaza totalmente desmantelar las organizaciones terroristas?.
En este sentido, Baker expresó que ?Israel exige que la ANP tome medidas inmediatas para desmantelar las estructuras terroristas e impedir otros atentados aún en preparación?.
En tres años de Intifada (Revuelta) palestina contra la ocupación han muerto hasta este sábado 431 personas en 103 atentados suicidas palestinos, y éste ocurrido en Haifa podría ser el definitivo para actuar contra el presidente Arafat.