20 agosto 2003
Naciones Unidas (EFE).- El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, mostró hoy su preocupación por las medidas de seguridad de las oficinas de la ONU fuera del país, y destacó que debatiría el tema con los miembros del Consejo de Seguridad.
"El propósito de mi encuentro con el Consejo es intercambiar puntos de vista, evaluar la situación de seguridad en Irak y estudiar la posibilidad de adoptar medidas adicionales", destacó Annan a la entrada del edificio de la ONU.
Annan, que acababa de llegar de Estocolmo donde estaba pasando sus vacaciones, responsabilizó de la falta de seguridad en la sede de la ONU en Bagdad tanto a las fuerzas de la coalición (Estados Unidos y Gran Bretaña) como al propio organismo internacional.
Destacó que este tipo de operaciones en zonas de conflicto son muy complicadas y que las evaluaciones que se hicieron de antemano fuero equivocadas.
"La coalición ha realizado errores y nosotros posiblemente también. No quiero señalar a nadie con el dedo, pero todos sabemos que han habido errores", indicó.
Según el secretario general, es difícil saber el alcance de la violencia contra Estados Unidos y la ONU en Irak, pero señaló que hay quienes creen que son actos limitados realizados por pequeños grupos para socavar el trabajo de la coalición, mientras otros creen que es una guerrilla de resistencia.
"Obviamente, parece estar más bien organizado y ser más profundo de lo que uno pudo pensar al principio. Debemos estar atentos y tomar medidas para proteger nuestro personal y de aquellos que están en Irak para ayudar a la población", resaltó.
Una vez más Annan señaló que el atentado perpetrado en la sede de la ONU en Bagdad demuestra que hay una necesidad imperante de pacificar y estabilizar el país y destacó que "todos los que tengan capacidad para ayudar en ello, deberían hacerlo".
Agregó que "la estabilidad en Irak no sólo es beneficiosa para los iraquíes, sino para todos los países de la región y para el mundo entero".
Aun así, subrayó que para que otros países puedan contribuir en la reconstrucción de Irak es necesario crear las condiciones de seguridad que faciliten su ayuda.
Annan descartó de momento la posibilidad de enviar cascos azules al país, ya que a su juicio, "éste no es su trabajo", pero admitió que se discutía la opción de enviar una fuerza multinacional, pero que no hay nada concretado.
El diplomático ghaneano reiteró el compromiso de la organización internacional en ayudar en materia humanitaria a la población iraquí, así como de asistir en el proceso político para que Irak pueda recuperar su soberanía e independencia.
"La condena unánime al atentado contra los cuarteles de la ONU en Bagdad refleja la importancia del papel de la organización en Irak", destacó.
En este sentido, destacó la necesidad de hacer efectivo el mandato del Consejo de Seguridad que establece la creación de una Misión de Asistencia en Irak (UNAMI).
Annan descartó que los motivos del atentado estuvieran relacionados por el reconocimiento por parte de la ONU del Consejo del gobierno iraquí.
En este sentido, reiteró que el establecimiento de este Consejo de gobierno es un paso hacia la buena dirección, encaminado a crear una administración permanente, elegida por la gente de Irak.
"Si los que han atacado a la ONU ha sido porque estamos trabajando para la transición democrática en Irak, no entiendo porque lo han hecho y si realmente están sirviendo a los intereses del pueblo iraquí", concluyó.
No se retirará la ONU de Iraq
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, dijo hoy que el personal de Naciones Unidas no abandonará Iraq tras el atentado contra sus oficinas en Bagdad, donde perdieron la vida 17 personas y más de un centenar resultaron heridas.
En una rueda de prensa celebrada en el aeropuerto de Arlanda en Estocolmo, antes de regresar a Nueva York tras interrumpir sus vacaciones, Annan añadió: "continuaremos, perseveraremos, tenemos un trabajo que hacer".
El secretario general de la ONU, cuyo enviado especial a Iraq, Sergio Vieira de Mello, murió en el atentado, advirtió de que "no seremos intimidados" y anunció una reunión para hoy en Nueva York del Consejo de Seguridad para analizar la situación en aquel país.
El secretario general, que calificó al funcionario fallecido como "nuestro mejor y más brillante enviado", consideró el día de ayer como "un martes negro para la ONU, para Iraq y para la solidaridad internacional".
"Habíamos esperado que las fuerzas de la coalición hubieran asegurado el entorno para que pudiéramos hacer nuestro trabajo de construcción institucional. Eso no ha sucedido", lamentó Annan en referencia a las fuerzas de ocupación.
Explicó que durante la pasada noche habló con el presidente de EU, George W. Bush, el primer ministro británico, Tony Blair, el ministro de Exteriores ruso, Sergei Ivanov, el presidente de México, Vicente Fox, y con varios representantes de países de Oriente Medio. El máximo responsable de la ONU señaló que todos ellos ofrecieron su ayuda y solidaridad a la organización. "Los que han hecho esto tienen muy poco apoyo en el mundo y entre los iraquíes", apuntó.
Annan dijo que no disponía de información sobre quién puede estar detrás de la explosión de Bagdad, aunque manifestó que el atentado estaba aparentemente "más organizado de lo que se pensó en un primer momento".
Hizo un llamamiento a la unidad internacional para estabilizar Irak, aunque reconoció que el proceso de reconstrucción del país es "complejo y difícil". "Los iraquíes han sufrido demasiado para no tener la oportunidad de reconstruir su país", concluyó el secretario general de la ONU.
Tras la conferencia de prensa, Annan partió directamente hacia Nueva York donde participará en la reunión de hoy del Consejo de Seguridad.