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TEHERAN, IRÁN.- Los funcionarios iraníes cerraron filas ayer para criticar a Estados Unidos por apoyar una serie de manifestaciones prodemocráticas después de una quinta noche de protestas en Teherán.
Hubo informes de manifestaciones más pequeñas en al menos dos otras ciudades, una señal de que el auge de las protestas, que Washington ha calificado de un grito de libertad, pudiera estar ganando fuerza.
El Ministerio de Relaciones Exteriores acusó a Estados Unidos de “flagrante interferencia en los asuntos internos de Irán” y dijo que el significado de las protestas ha sido deliberadamente exagerado por las autoridades estadounidenses. “Los norteamericanos descartan la presencia de millones de personas para recibir al máximo líder y presidente, pero dicen que las protestas de unos pocos individuos son la voz del pueblo”, dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores Hamid Reza Asefi en un comunicado.
En una posición geográfica entre Iraq y Afganistán, el clero que gobierna a Irán está alterado por la creciente presión de Estados Unidos desde la guerra en Iraq. Washington acusa a Irán de buscar armas nucleares, patrocinar el terrorismo y fomentar disturbios en Iraq. Sin embargo, el presidente del parlamento, Mehdi Karroubi, una prominente figura del movimiento reformista iraní que trata de abrirse paso entre los poderosos conservadores, dijo que Irán está unido en su rechazo a las presiones estadounidenses.
“Todas las diferencias y discusiones entre los hijos de la revolución (islámica) son diferencias de gusto, pero están unidos contra el enemigo”, dijo Karroubi en un discurso en el Parlamento. “Ellos se enfrentan al enemigo y no aceptan ningún cambio”.
Además de expresar su furia contra el estricto clero que mantiene los poderes supremos en Irán, los manifestantes también expresaron su indignación contra el presidente moderado Mohammad Khatami, a quien acusan de no haber cumplido sus promesas de reformas tras seis años en el gobierno.
Las Casa Blanca expresó el sábado su preocupación por la forma violenta en que fueron suprimidas las protestas después de una serie de ataques a estudiantes y manifestantes por milicias islámicas de línea dura.
“Estados Unidos observa con gran preocupación el uso de la violencia contra estudiantes iraníes que expresaban sus puntos de vista políticos pacíficamente”, dijo un comunicado. “Los iraníes, como todas las personas, tienen un derecho a determinar su propio destino y Estados Unidos apoya sus aspiraciones a vivir en libertad”.
Karroubi elogió a la policía por arrestar a muchos milicianos extremistas que aterrorizaron a los manifestantes el sábado por la madrugada, cuando entraron en tres dormitorios universitarios y dejaron una estela de muebles destruidos y sangre en las paredes.
También exhortó a los familiares a impedir que sus jóvenes participaran en las protestas y “no ser engañados por algunas personas en el extranjero”.
“Tenemos nuestra propia democracia y solucionaremos las fallas en nuestro país”, dijo Karroubi.
La agencia de noticias estudiantil ISNA reportó nuevos choques el sábado en las ciudades sureñas de Shiraz y Ahvaz, en las que una persona murió apuñalada.
Sin embargo, en Teherán ayer no se repitieron las escenas de violencia de la noche anterior, cuando las milicias islámicas se apoderaron de las calles del centro de Teherán.
La policía antidisturbios formó un cordón alrededor de la Universidad de Teherán para proteger a los estudiantes de los milicianos, leales a ultranza del máximo líder ayatolá Ali Khamenei.
Los milicianos visten de civil, pero se les identifica por sus barbas, camisas desabotonadas y sus cadenas y cabillas.
Loa diplomáticos dijeron que las acciones de la policía contra los milicianos demuestra que las autoridades desean reducir las tensiones.
“Ellos saben que si reprimen demasiado les puede salir mal.
Tratan de manejar la situación, pero esos grupos son difíciles de controlar”, dijo un diplomático.