HOUSTON, EU.- Estados Unidos, que cada vez se agranda más en un deporte no tradicional para su cultura deportiva, recibe a México hoy para reeditar el choque futbolístico que protagonizaron en la Copa Mundial el año pasado.
Hasta hace algunos años, México hubiera sido el favorito abusivo ante un Estados Unidos que estaba en pañales en el fútbol. Pero los estadounidenses han ganado cinco de los seis últimos partidos y están haciendo temer a algunos mexicanos que “los tienen de hijos”.
De todos modos, el choque de hoy en el Estadio Reliant, de Houston, Texas, enfrentará a dos selecciones que están entre las diez mejores del mundo, según el más reciente escalafón de la Federación Internacional del Fútbol Asociado, FIFA.
Estados Unidos le ganó 2-0 a México en su último encuentro, que fue por el pase a los cuartos de final de la Copa Mundial del 2002 de Japón y Corea del Sur.
Para el arquero mexicano Oswaldo Sánchez el partido de hoy no será precisamente desquite del que jugaron en el mundial. “Le llamaría revancha siempre y cuando el partido se jugara en un Mundial”, aclaró.
Fernando Arce, otro de los integrantes de la selección mexicana, consideró que los últimos reveses ante Estados Unidos se debe “a un exceso de confianza”.
“Creímos mucho en nuestro fútbol frente a un rival que no es fuerte”, comentó. “Yo creo que eso es lo que ha provocado que Estados Unidos haya sobrepasado a México”.
Omar Bravo consideró que la clave de la recuperación consiste en “seguir aplicando los conceptos del técnico Ricardo La Volpe”, pero aceptó que a México le falta gol.
El técnico argentino insistió en que México tiene la responsabilidad de demostrar que es superior en la zona de CONCACAF, que agrupa a los equipos de Norte, Centroamérica y el Caribe.
“Si somos los mejores hay que demostrarlo dentro de la cancha”, dijo La Volpe poco antes de viajar a Houston. “Creo que tenemos que estar más tranquilos. Somos favoritos y entiendo que tenemos que demostrar que nuestro fútbol está arriba que el de ellos”.
La Volpe quiere que sus dirigidos jueguen con la cabeza fría para no caer en el juego de los estadounidenses, entusiastas y veloces. Observó que el equipo de Estados Unidos se para bien atrás y aprovecha el contragolpe, como lo hizo en el mundial.
El argentino, que sucedió a Javier Aguirre a fines del 2002, ha dirigido a México en cinco partidos. Bajo su dirección, México perdió 1-0 con Argentina, empató sin goles con Colombia, superó 2-0 a Bolivia, empató 1-1 con Paraguay y empató sin goles con Brasil.
En el encuentro de hoy, la selección mexicana debutará vistiendo su nuevo uniforme Nike, que recientemente presentó en la capital de su país. En enero del 2003, Nike anunció el patrocinio oficial del uniforme y equipamiento de la selección mexicana.
“Éste es sin lugar a dudas uno de los más grandes partidos de fútbol del año. Los aficionados del fútbol han esperado esta revancha ansiosamente y Nike está orgulloso de ser parte de este partido histórico”, dijo Don Remlinger, director global de Nike Fútbol.
Para los dos equipos, el encuentro será de preparación para la próxima Copa de Oro en julio. El partido comenzará a las siete pm hora local.
Los organizadores anticipan una multitud de 65.000 a 70.000 personas para la primera presentación de la selección nacional en Houston en 15 años. Hasta el martes al mediodía se habían vendido 62.500 entradas.