Washington, (EFE).- Estados Unidos no extenderá el plazo dado a Iraq para que se desarme, más allá del 17 de marzo como se especifica en el proyecto de resolución que se votará esta semana en el Consejo de Seguridad de la ONU, anunció hoy la Casa Blanca.
Bajo la amenaza de veto de Francia y Rusia, el gobierno británico dijo el martes que está dispuesto a cambiar el texto de una nueva resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que incorporaría una serie de exámenes para comprobar el alcance del desarme de Iraq.
El plan británico, sugerido en las últimas horas, para extender el desarme más allá del 17 de este mes "no tiene la más mínima posibilidad", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer.
Fleischer agregó que la nueva resolución sobre Iraq se votará esta semana, pero no especificó si se trata del texto actual que da de plazo hasta el 17 de marzo para el desarme iraquí o de algún otro modificado.
El portavoz aseguró que las gestiones diplomáticas continuarán, aunque "queda poco espacio y poco tiempo", y que el presidente de EEUU, George W. Bush, seguirá su ronda de conversaciones telefónicas con líderes mundiales para lograr apoyo a la nueva resolución.
Al tiempo que Fleischer hacía estas declaraciones, el embajador británico ante Naciones Unidas, Jeremy Greenstock, manifestó que Londres sigue dispuesto a alargar el plazo del lunes 17 de marzo, pero en ningún caso más allá de final de este mes.
La propuesta de resolución presentada el pasado 24 de febrero por Estados Unidos, el Reino Unido y España sólo cuenta con el apoyo adicional de Bulgaria, y la clara oposición de Francia, Rusia y China, países con derecho de veto en el Consejo de Seguridad.
La resolución precisa para su aprobación del voto favorable de, al menos, nueve de las quince naciones representadas en el Consejo de Seguridad y que ningún miembro permanente ejerza el derecho a veto.
Tanto Moscú como París anunciaron en las últimas horas que votarán en contra del nuevo texto -"cualesquiera que sean las circunstancias", dijo el presidente francés, Jacques Chirac-, pero Washington consideró que es pronto para dar el texto por derrotado.
Fleischer insistió ayer en que "seguimos en la fase principal de la diplomacia", en la que Bush, el secretario de Estado, Colin Powell, y la consejera de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, pasaron horas al teléfono para defender las tesis de EU.
Esta mañana, Bush conversó con el presidente de Angola, Jose Eduardo Dos Santos, para tratar de recabar el respaldo de su país, que se ha mostrado indeciso sobre la opción que elegirá, con una ligera tendencia a favor de los que se oponen a la resolución.
En cualquier caso, la administración estadounidense quiere que la decisión sobre la nueva resolución se resuelva esta misma semana para despejar la incertidumbre, por lo que convocará una votación en el Consejo de Seguridad, a más tardar, el próximo viernes.