Reuters
Washington, EU.- La economía de Estados Unidos dio ayer nuevas señales de que su recuperación se está acelerando, pero un incremento en el número de personas que pidió por primera vez la ayuda del gobierno por desempleo dejó ver que el país todavía no está funcionando a toda máquina.
Las solicitudes del subsidio por desempleo presentadas por primera vez aumentaron inesperadamente la semana pasada, mostró ayer un informe del Departamento de Trabajo, que destacó la continua fragilidad del mercado laboral.
Las peticiones crecieron en 15,000, a 413,000 en la semana que terminó el 30 de agosto, desde 398,000 en la semana anterior.
Los economistas consideran que una lectura por encima de 400,000 es una señal de deterioro en el mercado laboral.
Pero otros reportes subrayaron la mejora del panorama de la economía. Un grupo del sector privado dijo que el gigantesco sector de los servicios de Estados Unidos creció rápido el mes pasado.
Además, el gobierno presentó datos que reflejaron un aumento mayor de lo previsto en los pedidos de los bienes manufacturados de julio.
Los economistas han estado alentados por las crecientes señales de que la economía gana impulso, pero la persistente debilidad del mercado laboral es una señal de que la recuperación todavía no tiene el camino allanado.
"Una semana no revierte una tendencia, pero claramente no estamos cayendo muy por debajo de ese número mágico de 400,000 (solicitudes iniciales de ayuda por desempleo), y eso sugiere que tendremos que esperar un poco más para que la recuperación del empleo alcance al repunte del resto de la economía", dijo Tim O’Neill, jefe de economistas de BMO Financial Group en Toronto.
Otro informe del Departamento de Trabajo explicó porqué la economía ha seguido perdiendo empleos: una fuerte alza de la productividad de las empresas en el segundo trimestre permitió que las firmas incrementaran la producción al mismo tiempo que reducían el número de horas trabajadas.
En una rectificación de cifras publicadas hace un mes, el Departamento de Trabajo dijo que la productividad de las empresas estadounidenses creció a un ritmo anual de 6.8 por ciento durante el segundo trimestre, bastante por encima de la tasa reportada anteriormente, de 5.7 por ciento.
El ritmo de 6.8 por ciento fue el más fuerte desde el primer trimestre de 2002.
Cifras mixtas
Con respecto al desempleo semanal, la subida de los pedidos de subsidios en la semana que terminó el 30 de agosto contrastó con las predicciones de los analistas de Wall Street, que esperaban una reducción ligera.
El promedio de cuatro semanas de solicitudes iniciales de beneficios por desempleo, que reduce la volatilidad registrada de una semana a otra, también subió ligeramente en 4,250, a 401,500, poniendo fin a cuatro semanas consecutivas por debajo del nivel de los 400,000.
"Creo que el salto imprevisto de las solicitudes iniciales por desempleo es una advertencia para que no extrapolemos cifras positivas de la reciente mejora de la actividad económica", dijo John Lonski, jefe de economistas de Moody’s Investor Service, en Nueva York.
"Hasta que el crecimiento del empleo retorne en forma sustancial, el gasto del consumidor está en riesgo", agregó.
En contraste, el Instituto de Gerencia de Abastecimiento (ISM por su sigla en inglés) difundió un reporte optimista que dijo que el índice del sector servicios de Estados Unidos en agosto se mantuvo en el nivel récord de 65.1 registrado en julio, el máximo desde que comenzó a realizar sus sondeos hace seis años.
"El sector servicios está a toda máquina en el tercer trimestre", dijo Ian Morris, jefe de economistas de HSBC Securities.
Las lecturas mayores que 50 reflejan crecimiento en el sector, que representa un 80 por ciento de la economía estadounidense.
Otro informe, del Departamento de Comercio, sobre la evolución de los pedidos a las fábricas, también apuntaló la visión de que la economía se fortalece.
Los pedidos de fábricas aumentaron 1.6 por ciento en julio, a 329,400 millones de dólares, su mayor nivel desde mayo de 2001, dijo el departamento.
Esa cifra superó las expectativas de Wall Street y se sumó a las señales previas de que el alicaído sector manufacturero se recupera.
Algunos analistas ahora creen que la economía podría crecer a un ritmo de hasta cinco por ciento anual en el trimestre en curso, desde el avance de 3.1 por ciento en el segundo trimestre.