Washington, (EFE).- Estados Unidos dijo hoy que presentará una protesta formal ante Corea del Norte por el incidente en el que cuatro aviones caza norcoreanos interceptaron un avión espía norteamericano sobre espacio aéreo internacional.
Fuentes oficiales estadounidenses dijeron que Washington presentará una queja formal, aunque todavía debe decidirse si será unilateral o multilateral.
El Gobierno de EEUU considera que el incidente, en el que uno de los cazas activó su radar como si fuera a atacar al avión espía, fue "especialmente provocativo".
La interceptación se produjo el pasado fin de semana, según informó hoy el Pentágono, que explicó que el aparato estadounidense, un RC-135S, fue interceptado por cuatro MIG norcoreanos en espacio aéreo internacional.
Un portavoz del Departamento de Defensa, el comandante Jeff Davis, indicó que uno de los MIG utilizó su radar de tal modo que daba a entender que podría atacar.
Se trata del primer incidente de este tipo en 34 años, desde que en agosto de 1969 un avión norcoreano derribó un avión espía EC-121 estadounidense y causó la muerte de 31 ocupantes.
El portavoz indicó que los aviones norcoreanos, al parecer dos MIG-29 y dos MIG-23, siguieron al estadounidense sobre aguas internacionales durante unos veinte minutos antes de abandonarlo.
El avión de EEUU, un RC-135S, efectuaba una misión de reconocimiento de rutina sobre el Mar de Japón, a unos 240 kilómetros de la costa norcoreana, agregó el comandante Davis.
Los aviones de Corea del Norte volaron en las inmediaciones durante unos 20 minutos y llegaron a estar a una distancia de unos 15 metros del aparato estadounidense, según Davis.
En un momento dado, uno de los MIG norcoreanos situó el RC-135S en el punto de mira de su radar de tiro, una acción que normalmente indica una posible intención de disparar, aunque en esta ocasión no llegó a abrir fuego.
Después de que los aviones rompieron el contacto, el aparato norteamericano retornó sin problemas a la base aérea de Kadena, en la isla japonesa de Okinawa.
El RC-135S es una de las diferentes versiones de espionaje y vigilancia electrónica que elaboró EEUU a partir del RC-135, una adaptación de carga del veterano avión de transporte de pasajeros Boeing 707.
La variante S, denominada en clave "Cobra Ball", está equipada con elementos especiales de electrónica, telemetría y óptica para la detección y seguimiento de misiles.
La misión de este avión se produjo poco después de que la pasada semana Corea del Norte lanzase un misil de corto alcance durante unas maniobras navales, justo antes de la investidura del nuevo presidente surcoreano.
También la pasada semana la prensa japonesa dijo que Corea del Norte había ensayado en enero pasado un nuevo tipo de cohete para su misil Taepo Dong.
A pesar de todo, el portavoz del Pentágono aseguró que la misión del avión espía estadounidense era rutinaria.
El incidente de este fin de semana fue similar al que protagonizaron hace casi dos años un EP-3 estadounidense de espionaje electrónico y un caza chino, aunque sin la colisión que ocurrió entonces.
El avión chino se acercó tanto que ambos aparatos colisionaron. El piloto chino murió en el incidente, mientras que el EP-3 tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en una base aérea de China, donde su tripulación fue retenida durante 11 días.