18 mayo 2003
SEMBLANZA
Sacerdote que le tocó vivir la tragedia de la Segunda Guerra Mundial y el antisemitismo del régimen nazi, así como la era socialista, Karol Wojtyla, el primer Papa no italiano después de 400 años de tradición, nació el 18 de mayo de 1920 en Vodovice, Polonia.
Hijo de un militar del ejército del entonces imperio austro-hungaro, el futuro sacerdote perdió a su madre cuando apenas tenía nueve años, cuando daba a luz a una niña muerta; a su único hermano apenas unos años más tarde y a su padre en 1941.
Sin embargo, la tragedia que lo acompañó no menguó su ánimo y de joven mostró una gran inquietud por el teatro y las artes literarias, por lo que pensó en continuar sus estudios de filología y lingística polaca.
Será un encuentro con el cardenal Adam Stefan Sapieha, durante una visita pastoral, el hecho que le hizo considerar seriamente la posibilidad de seguir la vocación que tenía impresa, aunque aún sin develarse en plenitud, de vivir para el sacerdocio.
Al desatarse la Segunda Guerra Mundial los alemanes cerraron todas las universidades de Polonia, situación ante la cual Karol junto con un grupo de jóvenes, organizó un centro de estudios superiores clandestino, donde estudió filosofía, idiomas y literatura.
Poco antes de decidir su ingreso al seminario tuvo que trabajar arduamente como obrero en una cantera. Según relata el hoy pontífice, esta experiencia le ayudó a conocer de cerca el cansancio físico, así como la sencillez, sensatez y fervor religioso de los trabajadores y los pobres. En 1942 ingresó al Departamento Teológico de la Universidad Jaguellonica. Durante estos años tuvo que vivir oculto, junto con otros seminaristas, quienes fueron acogidos por el cardenal de Cracovia. Al mismo tiempo, fue uno de los promotores del "Teatro Rapsódico", también clandestino.
El 1 de noviembre de 1946, a la edad de 26 años, Karol Wojtyla fue ordenado sacerdote en el Seminario Mayor de Cracovia y celebró su primera misa en la Cripta de San Leonardo en la Catedral de Vavel.
Después de ello, fue enviado por el cardenal Sapieha a Roma, donde en la Universidad Pontificia de Roma Angelicum obtuvo la licenciatura en teología y más tarde, en 1948, se doctoró en la misma especialidad bajo la dirección del dominico francés Garrigou-Lagrange con una tesis sobre el tema de la fe en las obras de San Juan de la Cruz.
En aquel periodo aprovechó sus vacaciones para ejercer el ministerio pastoral entre los emigrantes polacos de Francia, Bélgica y Holanda.
Asimismo, por un tiempo se desempeñó como profesor de ética en las universidades Católica de Dublín y en la Estatal de Cracovia, donde interactuó con importantes representantes del pensamiento católico polaco, especialmente de la vertiente conocida como "tomismo lublinense".
El 23 de septiembre de 1958 fue consagrado Obispo Auxiliar del Administrador Apostólico de Cracovia, Baziak, con lo que se convirtió en el miembro más joven del Episcopado Polaco.
Participó en el Concilio Vaticano II, donde destacó por su actividad, sobre todo en las comisiones responsables de elaborar la Constitución Dogmática sobre la Iglesia Lumen Gentium y la Constitución conciliar Gaudium et Spes.
Por estos años, el entonces obispo Wojtyla combinaba la producción teológica con una intensa labor apostólica, especialmente con los jóvenes, con quienes compartía tanto momentos de reflexión y oración como espacios de distracción y aventura al aire libre. A la muerte de monseñor Baziak, el 13 de enero de 1964, Karol Wojtyla ocupa la sede de Cracovia como titular y dos años más tarde el Papa Pablo VI convierte a Cracovia en Arquidiócesis.
Durante su labor como Arzobispo, el futuro Papa se caracterizó por la integración de los laicos en las tareas pastorales, la promoción del apostolado juvenil y vocacional, la construcción de templos a pesar de la fuerte oposición del régimen comunista, la promoción humana y formación religiosa de los obreros y el aliento del pensamiento y las publicaciones católicas.
En mayo de 1967, a los 47 años, Wojtyla fue consagrado cardenal por el Papa Pablo VI, cargo desde el cual ordenó en 1974 a 43 nuevos sacerdotes, en la ordenación sacerdotal más numerosa desde que terminó la Segunda Guerra Mundial. En 1978 muere el Papa Pablo VI y es elegido nuevo pontífice el cardenal Albino Luciani, de 65 años, quien tomó el nombre de Juan Pablo I, conocido como el "Papa de la Sonrisa", quien, sin embargo, fallece a los 33 días de su nombramiento.
Es así como, el 15 de octubre de 1978, luego de un nuevo cónclave, el cardenal polaco Karol Wojtyla es elegido como el sucesor de San Pedro, rompiendo con la tradición de más de 400 años de elegir papas de origen italiano. El 22 de octubre de 1978 fue investido como sumo pontífice asumiendo el nombre de Juan Pablo II.
De acuerdo con cifras disponibles, desde el comienzo de su pontificado, el Papa Juan Pablo II ha realizado 95 viajes pastorales fuera de Italia y 141 por el interior de este país. Además, como Obispo de Roma ha visitado 301 de las 334 parroquias romanas.
Entre sus documentos principales se incluyen: 13 Encíclicas, 13 Exhortaciones apostólicas, 11 Constituciones apostólicas y 41 Cartas apostólicas. El Papa también ha publicado dos libros: "Cruzando el umbral de la esperanza" (1994) y "Don y misterio: en el quincuagésimo aniversario de mi ordenación sacerdotal" (1996).
Además, ha presidido 131 ceremonias de beatificación -en las que ha proclamado mil 282 beatos- y 43 canonizaciones, con un total de 456 santos. Ha celebrado ocho consistorios, durante los cuales ha nombrado 201 cardenales. También ha presidido seis asambleas plenarias del Colegio Cardenalicio.
De 1978 a la fecha, ha presidido 15 Asambleas del Sínodo de los Obispos: seis ordinarias (1980, 1983, 1987, 1990, 1994, 2001), una general extraordinaria (1985), y ocho especiales (1980, 1991, 1994, 1995, 1997, 1998 [2] y 1999).
Ningún otro Papa se ha encontrado con tantas personas como Juan Pablo II: en cifras, más de 16 millones de peregrinos han participado en las más de mil audiencias generales que se celebran los miércoles.
Dicho número, no incluye las otras audiencias especiales y las ceremonias religiosas --más de ocho millones de peregrinos durante el Gran Jubileo del 2000--, y los millones de fieles que el Papa ha encontrado durante las visitas pastorales efectuadas en Italia y en el resto del mundo.
Por sobre su actual delicado estado de salud, hay que recordar también las numerosas personalidades de gobierno con las que se ha entrevistado durante las 38 visitas oficiales y las 650 audiencias o encuentros con jefes de Estado y 212 audiencias y encuentros con primeros ministros.