Reuters
RIYAD, ARABIA SAUDITA.- La policía de Arabia Saudita evitó ayer un ataque con un coche bomba en Riyad y mató a dos presuntos militantes en un tiroteo, dijo la televisión estatal.
El fracasado atentado ocurrió en el primer día de la fiesta Eid al-Fitr, que marca sagrado musulmán de Ramadán, durante el cual se registró una serie de ataques con explosivos en Arabia Saudita y Turquía atribuida a la red Al Qaeda, del militante islámico Osama bin Laden.
La televisión estatal, citando a un funcionario del Ministerio del Interior que no identificó, dijo que el tiroteo ocurrió cuando “la operación terrorista... estaba a punto de ser perpetrada”.
Las fuerzas de seguridad mataron a dos hombres no identificados y confiscaron un “vehículo que estaba preparado para explotar”, dijo.
No dio más detalles, pero residente de Riyad dijeron que oyeron un tiroteo poco después de las 15:00 horas locales al norte de la capital, en un área donde se hospedan expatriados. Algunos dijeron que el tiroteo se produjo tras una persecución en coche.
A mediodía, se vieron autos policiales bloqueando por lo menos una carretera en el área.
Sospechosos de Al Qaeda con explosivos mataron al menos a 18 personas en un conjunto de viviendas en las afueras de Riyad hace dos semanas. En mayo, tres atentados suicidas causaron la muerte de 35 personas en la capital saudita.
El tiroteo se registró en momentos en que las más altas autoridades religiosas de Arabia Saudita exhortan a los musulmanes a rechazar el extremismo y a ponerse del lado del gobierno para luchar contra el terrorismo y la violencia de los grupos militantes en el reino donde nació Bin Laden.
El clérigo Abdulaziz bin Abdullah al-Sheikh dijo a los fieles en Riyad que militantes de la red Al Qaeda están tratando de desestabilizar al país, que es la cuna del Islam.
Los atentados provocaron fuertes medidas de seguridad en Arabia Saudita, cuna del Islam y donde nació el líder de Al Qaeda. Los analistas habían señalado que se temían nuevos actos de violencia al final del Ramadán.
La protección alrededor de muchas urbanizaciones de expatriados en Riyad, que contaban ya con puestos de ametralladoras, alambradas y fuerzas de la Guardia Nacional saudita, fue incluso reforzada.
Bajo presión de Washington desde los atentados de septiembre del 2001 en Estados Unidos, realizados por suicidas originarios en su mayoría de Arabia Saudita, las autoridades del reino han lanzado una cacería de militantes radicales islámicos que se sospecha pertenecen a Al Qaeda.