Por Socorro Muñoz Yáñez
El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- Carmen Núñez Salas hace un profundo análisis antes de utilizar una tarjeta. Ella sabe que el interés es alto, que si tarda en pagar la deuda se dispara al doble y reconoce que a pesar de la baja que experimentan las tasas de interés todo esto no ha perneado a las tasas que cobran las tarjetas de crédito. Es por eso que hoy decidió disminuir el uso del dinero plástico.
Recientemente las utilizó para cubrir las necesidades del regreso a clases, esto porque le llegó un cheque de promoción para las vacaciones, donde los pagos son fijos y el interés es bajo, de lo contrario hubiera buscando otra alternativa. La tarjetahabiente asegura que no es una opción viable para afrontar los problemas de dinero.
Las tarjetas de crédito son un mecanismo de pago o un instrumento de financiamiento, sin embargo, la experiencia señala que para más de la mitad de los tarjetahabientes es una fuente de crédito cara, pero necesaria, que requiere asesoría y cuidado al utilizarse, de lo contrario pone en riesgo las finanzas personales.
A pesar de las múltiples opciones, este instrumento es tomado como último recurso para afrontar los problemas de liquidez. “Yo prefiero pedir un préstamo a la nómina del trabajo, antes de utilizar la tarjeta”, comenta Núñez Salas.
Un cuadro comparativo de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros (Condusef), señala que las tasas promedio anual de las tarjetas de crédito muestran una baja significativa, pero insuficiente, al pasar de intereses de 64 por ciento (él más alto) en 1998 a 25 por ciento (el más bajo) en lo que va de 2003.
En un mismo nivel de competencia y descartando aquellos productos fuertemente competitivos en términos de tasas como son los casos de las tarjeta Serfin Light y B-Smart, un análisis histórico de 1998 a 2003, señala que en 1998 Bancomer Clásica y BBV Clásica eran los productos con las tasas de interés más altas, ubicadas en 64.01 y 63.4 por ciento respectivamente.
En 2001 fueron Banamex Clásica con 42.94 por ciento y Citybank Clásica con 45.37 por ciento las tarjetas con más alto interés. Mientras que Santader Clásica Visa con 36.24 por ciento y Banorte Rojo Ocre con 35.74 por ciento quienes presentaron los intereses más bajos en el mercado.
Hoy en 2003, Serfin Clásica Mastercard y Citybank Clásica son las tarjetas con tasas más altas, de 38.94 y 39.60 por ciento, respectivamente. En tanto, Scotia Clásica Mastercard con 35.21 por ciento y Banorte Rojo Ocre con 25 por ciento tienen los intereses más bajos del mercado de tarjetas crediticias.
Carmen tiene tres tarjetas (Bancomer, Banamex y Serfin) y está decidida a cancelar por lo menos dos “no decido todavía cuales, pero con la que me quedé, voy a evitar usarla”.