24 julio 2003
Las Vegas, (EU), (EFE).- Un juez federal dio el visto bueno para que Gennifer Flowers, supuesta amante de Bill Clinton, siga con la querella que presentó contra Hillary Clinton, esposa del ex presidente, a quien acusa de orquestar una campaña en su contra.
El juez Philip Pro, de Las Vegas, había desestimado la querella hacía tres años, pero una Corte de Apelaciones de San Francisco reabrió el caso en noviembre pasado, tras lo cual Gennifer Flowers presentó una nueva versión, la cuarta, de su querella contra la ex primera dama y ahora senadora.
La querella va dirigida también contra los ex consejeros del presidente Clinton, James Carville y George Stephanopoulos -hoy conocidas caras en programas políticos de televisión- por los presuntos delitos de difamación y conspiración.
Flowers denunció que Hillary Clinton organizó y dirigió una conspiración para difamarla y cita como ejemplo varias declaraciones difamatorias hechas por Carville y Stephanopoluos ante los medios de comunicación.
Pro desestimó en una orden judicial seguir adelante con la acusación de difamación, pero autorizó investigar las alegaciones sobre un presunto caso de conspiración.
Según la orden judicial, Flowers no alega en su querella que la hoy senadora por Nueva York hiciera declaraciones falsas sobre ella, sino que afirma que "Carville y Stephanopoulos actuaron como los instrumentos de Clinton".
Durante la campaña presidencial de 1992, Flowers hizo público que había tenido una relación sentimental con Bill Clinton durante su época como gobernador del estado de Arkansas.
El ex presidente negó haber mantenido esa relación, tras lo cual Flowers difundió unas cintas de audio en las que presuntamente se demostraba que la relación existió y que, según Carville y Stephanopoulos, fueron manipuladas.
Judicial Watch, un grupo legal conservador que representa a Flowers, afirma que intentará que Hillary Clinton preste declaración.