Para no irse con las manos vacías, los ex trabajadores de Durango Apparel decidieron la tarde de ayer adjudicarse por lo pronto un bien inmueble de esa empresa, ubicado en la carretera al aeropuerto de la capital y el cual tiene un costo aproximado de 12 millones de pesos.
Sin embargo, por otro lado dieron un ultimátum de una semana al Gobierno del Estado, a fin de que haga los trámites y gestiones necesarias para que la empresa Carhart, interesada en adquirir la Planta Sur, concluya con esa garantía de por medio la compra del establecimiento, en aproximadamente 30 millones de pesos.
Con ello sumarían a su favor poco más de 40 millones de pesos, cantidad que serviría para indemnizar y pagar salarios caídos a casi la totalidad de los mil 600 asalariados que demandaron por la vía laboral a Apparel después del cierre definitivo de la empresa, el 19 de agosto del año pasado.
Ayer, a los ex trabajadores de esa fábrica se les mejoró por un momento el semblante, luego de que sus representantes se reunieron en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje con los apoderados de la empresa Carhart –con sede en Guanajuato-, quienes les expusieron que se podría solucionar de inmediato este problema si las autoridades duranguenses emiten un documento que a los inversionistas les garantice que no les cobrarán pasivos fiscales.
Empero, la sonrisa se fue desdibujando conforme transcurría el tiempo. Y ya después de casi cinco horas de procesión, gran parte de los ex trabajadores inconformes se retiró con pocas expectativas de alcanzar la anhelada solución de ese conflicto.
Erik Gerardo Burciaga, uno de sus líderes, anunció que las medidas de presión continuarán, con el propósito de que no se vengan abajo las expectativas generadas por la empresa Carhart, que dice disponer de 30 millones de pesos para adquirir la Planta Sur de Apparel, localizada en Circuito Interior y calle Nazas.