El País
NUEVA YORK, EU.- Estados Unidos y sus aliados ejercerán el poder en Iraq al menos un año, y quieren que la ONU les ceda lo antes posible la administración del petróleo iraquí. Washington, Londres y Madrid presentarán hoy al Consejo de Seguridad un borrador de resolución en el que establecen las condiciones de la ocupación posbélica y piden el levantamiento inmediato de las sanciones.
Francia y Rusia se oponen al retiro inmediato de las sanciones petroleras y comerciales y han presentado sus propias propuestas.
El texto de Washington califica de “vital” la función de la ONU en Iraq, pero reduce a cuestiones humanitarias y de infraestructura el margen de actuación de la organización a través de un “coordinador” designado por el secretario general, Kofi Annan.
EU y Reino Unido, en su calidad de potencias ocupantes, tenían previsto presentar una carta al presidente del Consejo de Seguridad (Pakistán preside este mes), informando de la creación de una Autoridad Provisional de la Coalición, bajo el mando del ex diplomático estadounidense Paul Bremer. Esa Autoridad debería asumir el poder en Iraq en colaboración con un Gobierno interino formado por iraquíes, que partiría de una situación de subordinación completa e iría recibiendo competencias de forma paulatina. La Autoridad “ejercerá sus responsabilidades por un período inicial de 12 meses (...) y podría seguir más tiempo si es necesario”, estipula el borrador.
El texto pasa de puntillas por el problema de las armas de destrucción masiva, origen y justificación de las sanciones impuestas a Iraq por la ONU. En teoría, las sanciones no podrían ser levantadas hasta que se demostrara el desmantelamiento de armas, por ahora no encontradas. No se menciona en ningún momento, el retorno a Iraq de los inspectores de armas de la ONU. Esa ausencia podría causar discusiones en el Consejo.
Abordar en una sola resolución los complejos problemas de Iraq no será fácil, pero la Casa Blanca y el Pentágono han impuesto su criterio, frente al enfoque gradual que proponía el Departamento de Estado. El programa petróleo por alimentos, que en los últimos años se ha convertido en la columna vertebral de la economía iraquí, expira el tres de junio.
Dos miembros permanentes del Consejo y con poder de veto, Rusia y Francia, son los países que más comerciaron con Iraq al amparo del sistema petróleo por alimentos. El borrador de resolución reconoce sus intereses y permite un reembolso parcial de la deuda contraída con Gobiernos y empresas extranjeras. Esa deuda se estima en unos 10,000 millones de dólares. También mantiene el mecanismo por el que un porcentaje de los ingresos petroleros iraquíes se dedica al pago de compensaciones a Kuwait, por la invasión de 1991.