Transportistas de la CTM amenzan con realizar paro de actividades
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Los transportistas afiliados a la Confederación de Trabajadores de México advirtieron con realizar un paro de actividades si el gobierno estatal no atiende su exigencia de que no se otorguen más juegos de placas para la modalidad de taxis.
Pedro Jáquez Castro, dirigente de la Coordinadora Regional de Transporte, afiliada a la Federación de Trabajadores de la CTM, dijo que el próximo miércoles por la mañana los dirigentes de las 19 organizaciones representadas sostendrán una reunión con el dirigente de la central obrera, Jesús Ibarra Rayas, a quien se le exigirá su intervención para que las autoridades no sigan cediendo a las presiones de los “cuatro fantásticos”, identificados así en el gremio transportista los dirigentes de las cuatro principales organizaciones de taxistas.
Ramón Nevárez Muñiz, del Sindicato Alianza; Manuel Acosta Pereyra de la Coalición Democrática del Transporte, adherida a la Central Campesina, Urbana, Democrática y Popular (Ccudepo); Tomás Zárate Maldonado, del Frente Obrero, Campesino, Estudiantil y Popular (FOCEP) y Víctor Sánchez Pulido, de la Unión Regional de Sindicatos de Transportistas (Ursitran), son los dirigentes que, al decir del cetemista, a base de presiones se han visto beneficiados económica y políticamente por las autoridades, provocando una saturación en el servicio.
Pedro Jáquez dijo que no se está cometiendo ningún acto de subversión o rebeldía al demandar la intervención del líder cetemista en el conflicto, pues sólo se está exigiendo que se actúe conforme al sentido común y no a intereses de carácter político, además de evitar que haya una desbandada de transportistas.
El también regidor priista dijo que son muy cuestionables los arreglos que hacen los representantes del gobierno estatal con esos líderes del transporte, al manifestar que el pasado 30 de abril, después de la reunión del Consejo Consultivo Regional del Transporte, los cuatro dirigentes se reunieron en privado con el secretario de Gobierno, José Miguel Castro Carrillo y el director de Transporte del Estado, Ramón Guzmán Benavente, con quienes llegaron al acuerdo de iniciar un estudio socioeconómico para otorgar o no más juegos de placas.
Aunque la demanda de las organizaciones es de unas 600 placas nuevas para la modalidad de taxis, el subdirector de Transporte en la Región Lagunera, Francisco Torres Larriva, dijo que en el supuesto análisis sólo se contemplaría la posibilidad de expedir unas 300.
Esto, a pesar de que unos días antes, el 22, el Gobernador aseguró que no se otorgaría un sólo juego de placas pese a las presiones de los grupos.
Posteriormente, hubo tres operativos para simular acciones contra el pirataje, puesto que sólo en el primero se aplicó todo el personal de inspección de la Subdirección con el apoyo de elementos de Tránsito y Vialidad del Municipio, pero después se trató de dejar toda la responsabilidad en manos de esta última corporación, cuando su papel sólo era de apoyo al gobierno estatal.
Al decir de Pedro Jáquez, ni siquiera es necesario realizar dicho estudio socioeconómico, puesto que la realidad es más que evidente: la saturación en el servicio y los serios perjuicios que esto ha ocasionado a la modalidad de los autobuses.
Los más perjudicados
Quienes prestan el servicio de transporte en la modalidad de autobuses, se consideran los más afectados con la saturación de las líneas de taxis y según advierten, no permitirán que el gobierno estatal siga contribuyendo al caos al autorizar nuevos juegos de placas para atender las exigencias de las cuatro principales organizaciones.
· En los últimos tres años, la demanda del servicio que prestan las líneas de autobuses ha disminuido hasta en un 50 por ciento.
· Las organizaciones de taxistas están generando una competencia desleal, invadiendo las rutas de autobuses establecidas y persiguiendo a los pasajeros, sobre todo en las comunidades rurales.
· Los permisionarios se han visto superados por los elevados costos de operación y requisitos que establece la Ley como el pago del seguro del viajero, de manera que algunas rutas urbanas como la Cinco de Mayo, que cuenta con una decena de unidades, se han vuelto poco rentables.
· Los dueños de las unidades tienen pocas posibilidades de renovarlas, pues los bajos ingresos no alcanzan para pagar los elevados enganches que las empresas camioneras aplican a la compra de autobuses nuevos.
FUENTE: Investigación El Siglo de Torreón