29 de diciembre de 2003.
Washington, (EFE).- Estados Unidos exigirá que las aerolíneas extranjeras incluyan agentes policiales armados en algunos vuelos como parte de su alerta contra posibles ataques terroristas, anunció hoy el Departamento de Seguridad Nacional.
El Gobierno del presidente George W. Bush elevó la semana pasada su grado de alerta terrorista y el secretario de Seguridad Nacional, Tom Ridge, dijo que había información según la cual "los terroristas preparan ataques de magnitud similar o mayor" que los de septiembre de 2001.
Desde que cuatro comandos terroristas estrellaron aviones con pasajeros en Nueva York, Virginia y Pensilvania hace más de dos años, el Gobierno de EEUU ha colocado agentes armados, llamados en inglés "air marshalls", en algunos vuelos nacionales.
Estos vigilantes viajan vestidos de civil y mezclados con el resto de los pasajeros, y han recibido entrenamiento específico y portan armas como para hacer frente a terroristas que intenten tomar el control de la aeronave.
Cada día hay unos 35.000 vuelos de aviones que llegan o parten de aeropuertos de Estados Unidos, y miles de ellos son internacionales y están a cargo de cientos de aerolíneas extranjeras.
Ridge dijo hoy en un comunicado que su ordenanza entra en vigor de inmediato y contribuirá a "aumentar la seguridad de los vuelos comerciales y de carga hacia, desde y sobre Estados Unidos".
El miércoles y jueves de la semana pasada la aerolínea Air France canceló seis vuelos entre París y Los Angeles, después de que las autoridades estadounidenses expresasen su preocupación a las francesas sobre supuestos planes terroristas.
"Hemos pedido a las aerolíneas internacionales que tomen esta medida preventiva como parte de nuestro esfuerzo por dar seguridad a los viajes aéreos de los estadounidenses y de los visitantes", señaló Ridge.
El portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, Dennis Murphy, explicó que el requisito se aplicará "a vuelos específicos sobre la base de información específica" cuando ésta sea pertinente. "Avisaremos a la aerolínea que, a tenor de la información obtenida, requerimos que haya a bordo del avión un agente policial", señaló el funcionario. "La ordenanza estipula que a bordo del avión estén agentes armados del país al cual pertenece la aerolínea", agregó.
El 11 de septiembre de 2001 había apenas 32 vigilantes aéreos encubiertos y armados en los vuelos internacionales desde, hacia o sobre Estados Unidos.
Después de los atentados de esa fecha, que dejaron más de 3.000 muertos y heridos, el Gobierno amplió la contratación de agentes aéreos y, aunque la cifra exacta se mantiene en secreto por razones de seguridad, se cree que llegó a emplear a unos 5.000.
Aunque, obviamente, nunca ha habido vigilantes aéreos suficientes para todos los vuelos en EU, los expertos en seguridad creen que la posibilidad de que uno de esos agentes armados esté en el avión es un componente disuasorio para quienes planifiquen atentados.
A mediados de 2003, el Gobierno propuso al Congreso reducir los fondos asignados a este programa, y la nueva Agencia de Seguridad del Transporte indicó que aproximadamente el 5 por ciento de los agentes había renunciado o fue despedido durante el último año.
El domingo pasado, el Reino Unido informó de que había acentuado sus medidas de seguridad en los vuelos transatlánticos y las autoridades británicas sugirieron que podrían colocar agentes armados en algunos vuelos.
Murphy indicó que, si no se obtuviese la cooperación de las aerolíneas extranjeras con algunos de los pedidos estadounidenses para la inclusión de vigilantes armados, podría prohibirse el uso de los aeropuertos de EU a los aviones de esas aerolíneas.
Las aerolíneas extranjeras ya cooperan con las autoridades de Washington con la entrega anticipada de los listados de pasajeros que embarcan en sus aviones con destino a aeropuertos estadounidenses.