EL CAIRO, (Reuters) - Egipto usará la ciencia para desvanecer la maldición de los faraones, a la que los mitos populares culpan de la muerte de quienes han abierto las tumbas de los antiguos gobernantes del país.
Zahi Hawass, jefe de antiguedades de Egipto, dijo a Reuters que un estudio examinará las tumbas no excavadas en busca de sustancias peligrosas, como gases o gérmenes, para explicar la maldición, cuya fama se propagó en la década de 1920 tras la muerte de un aristócrata británico que entró a la tumba del rey Tutankamón.
"En una de mis excavaciones (...) hallé inscripciones que nos decían 'si alguien toca mi tumba será devorado por un cocodrilo, un hipopótamo y un león'. Eso no significa que eso sucederá en realidad", dijo Hawass en una entrevista esta semana.
"Científicamente queremos (...) mostrar que cuando los egipcios ponían una maldición escrita en una tumba no significaba que afectaría a alguien que abriese la tumba hoy día", agregó.
Parte del estudio se enfocaría en los gérmenes peligrosos que se habrían desarrollado a lo largo de los siglos en los restos de las momias, dijo Hawass, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto.
El arqueólogo británico Howard Carter y su patrocinante Lord Carnarvon estuvieron entre los primeros en entrar en la tumba del niño rey Tutankamón, quien gobernó Egipto hace más de 3.000 años, en el Valle de los Reyes de Luxor, en 1922.
Lord Carnarvon falleció poco después de infección por la picadura de mosquitos. En ese entonces, los diarios dijeron que una maldición faraónica lo había matado, así como a otros vinculados con el descubrimiento.
En el pasado, los científicos han sugerido que la enfermedad que yace latente en la tumba habría sido la causa de la muerte del aristócrata británico.
"Comenzaremos el trabajo pronto, quizás el próximo mes. Pero no sabemos cuando terminará (...) vamos a estudiar en tumbas no excavadas que están intactas", informó Hawass.
El funcionario agregó que una vez se había golpeado y cayó insconsciente en una antigua tumba egipcia.
"Cuando me desperté le dije a la gente que si algo me hubiese ocurrido la gente pensaría que fue la maldición de los faraones.
Pero fue sólo un accidente".