Moscú, (EFE).- Al menos tres personas murieron y otras diez resultaron heridas al estallar una mina al paso de un autobús de pasajeros que circulaba por un distrito del sur de Grozni, informó la alcaldía de la capital chechena.
La explosión ocurrió en la calle Derbentskaya del distrito Oktiabrski, explicó a la agencia rusa Interfax el alcalde de Grozni, Oleg Zhidkov, quien calificó el suceso de atentado terrorista.
Este es el último atentado contra civiles en Chechenia, donde la guerrilla separatista ha intensificado sus ataques desde que se celebró en marzo un referéndum en el que se confirmó la pertenencia de la república a la Federación rusa.
La mina fue detonada a control remoto cuando pasaba por la calle un autobús con pasajeros, indicó el jefe del Gabinete de ministros de Chechenia, Anatoli Popov, en una rueda de prensa en Rostov del Don, en el sur de Rusia. Popov señaló que la mina estalló cuando se encontraban en las cercanías del autobús algunos vehículos con trabajadores de la construcción.
El ataque coincidió con la inauguración en San Petersburgo de una serie de cumbres internacionales con motivo del tricentenario de esa ciudad rusa, antigua capital zarista.
La guerra de Chechenia es uno de los asuntos que ocupará la agenda de la cumbre entre la Unión Europea y Rusia que se celebrará mañana en esa ciudad del Báltico.
En el distrito donde se produjo el ataque una unidad del ejército ruso encontró hace dos días el mayor arsenal de armas incautado en la capital chechena en lo que va de año. En el arsenal había misiles antitanque, granadas, proyectiles de distinto calibre y fusiles de asalto.
Este es el tercer atentado en lo que va de mes en Chechenia. El caso más grave de ataques con minas contra autobuses de pasajeros de este año ocurrió el pasado mes de abril, cuando al menos ocho personas murieron al estallar un artefacto explosivo al paso de uno de esos vehículos también en Grozni.
En agosto próximo se cumplirán cuatro años de la segunda guerra que sacude a la República de Chechenia desde mediados de la década de los noventa y que ha causado entre 30.000 y 80.000 muertes, según diversas fuentes, entre soldados, rebeldes y víctimas civiles.
Mientras la guerra sigue, los grupos de derechos humanos continúan denunciado violaciones de los derechos humanos entre la población civil a manos de los militares rusos y de los separatistas chechenes.
La organización Human Rights Watch pidió a los líderes de la UE que se reunirán en San Petersburgo con el presidente ruso, Vladímir Putin, que "miren más allá de las festividades y presten atención al récord de vulneraciones de los derechos humanos que se está produciendo en Chechenia".
Según HRW, cada día desaparecen al menos dos personas en Chechenia, donde, según informes oficiales, existen 49 fosas comunes que contienen los cuerpos de casi 3.000 personas.