Un automóvil estacionado cerca de los cuarteles de la policía del centro de Bagdad hizo explosión, matando a un policía e hiriendo a 15 personas.
02 de septiembre2003
BAGDAD, (Reuters).- Un coche bomba mató a un policía iraquí e hirió a otros 15 el martes en un ataque contra la sede de esa fuerza en Bagdad, en un aparente intento de asesinar el jefe policial, aliado clave de las autoridades de ocupación estadounidenses.
La explosión, que lanzó grandes columnas de humo negro al cielo, ocurrió mientras más de 100.000 dolientes se concentraban en la ciudad sagrada de Najaf para el funeral de un importante clérigo chiíta asesinado en el ataque más mortífero del Iraq de posguerra.
La mayor parte de la violencia ha estado dirigida a las fuerzas estadounidenses, que el lunes perdieron otros dos soldados en un explosión de un mina terrestre. Con ese suceso, la cifra de los muertos estadounidenses en acción desde que se declaró el fin de los combates mayores asciende a 67.
Pero los iraquíes que cooperan que las fuerzas de ocupación también están en riesgo. Una bomba escondida en un auto estacionado en un garaje adyacente a la oficina del jefe policial Hassan Alí fue la que explotó el martes, dijo la policía.
La explosión mató a un oficial, dijo un portavoz militar estadounidense, y los hospitales reportaron 15 heridos. Alí es una figura muy destacada en los esfuerzos de Estados Unidos de llevar seguridad a Iraq. Miembros de la nueva fuerza policial iraquí a menudo son considerados colaboradores por los que se oponen a la ocupación.
El brigadier de la policía iraquí Saeed Muneim dijo que Alí había sido probablemente el blanco del ataque. "Estábamos sentados adentro, haciendo nuestro trabajo de oficina cuando ocurrió", dijo el teniente coronel Yahja Ibrahim, con manchas de sangre en su uniforme y una venda en la cabeza. "No estamos aquí para servir a ningún partido o persona. Estamos aquí para servir a Iraq", afirmó.
Washington ha culpado a partidarios de Saddam Hussein, derrocado en abril durante la invasión a Iraq liderada por Estados Unidos, de la mayor parte de la violencia de posguerra, pero también está mencionado cada vez más a militantes islámicos extranjeros como posibles sospechosos.