Agencias
BRUSELAS, BÉLGICA.- Once pasajeros murieron ayer cuando un autobús que transportaba personas de Alemania a Francia se estrelló contra una barrera de protección de una autopista en el sur de Bélgica y después se incendió, informaron fuentes judiciales.
El autobús se estrelló contra la barrera de concreto en la autopista cerca del pueblo belga de Hensies, cerca del punto fronterizo franco-belga de Saint-Aybert, incendiándose y carbonizándose completamente.
“La gente gritaba y trataba de salir”, dijo un testigo a la radio belga RTBF. “Rompían las ventanas para tratar de escapar”, relató otro testigo.
Las autoridades dijeron que se recuperaron 11 cadáveres de los restos del autobús. Previamente autoridades informaron sobre la muerte de 12 viajeros, pero una persona que se creía iba en ese vehículo contactó después a las autoridades para decir que no lo había abordado.
El operador turístico Rainbow Tours, con sede en la ciudad alemana de Hamburgo, descartó que una falla técnia hubiera sido la causa del accidente. También dijo en una declaración que testigos habían reportado ver al conductor perdiendo el control del autobús “en circunstancias aún desconocidas”.
El accidente ocurrió en torno a las cinco y media de la mañana en las cercanías del paso fronterizo belga-francés de Hensies, cuando el vehículo colisionó contra la barrera de cemento de la autopista E19 que une París y Bruselas.
En su carrera sin control, el autobús se incendió por su parte trasera como consecuencia de las chispas que producía la fricción del vehículo con la barrera.
Aunque más de una treintena de pasajeros, en su mayoría jóvenes de entre 20 y 25 años, lograron escapar del interior, 11 de ellos perecieron a consecuencia del impacto, asfixiados o abrasados por las llamas.
Los pasajeros eran en su mayoría alemanes, aunque entre los mismos también viajaba un croata, un bosnio, un ruso, un americano, un turco y varios miembros de la comunidad mongol de Alemania, que acudían a pasar unos días de descanso a la capital francesa.
Autoridades informaron que uno de los conductores del autobús murió en el accidente y el que está segundo herido y hospitalizado.
Investigaciones
Entre los demás datos recabados por la investigación, figura el hecho de que hubo un cambio de conductor antes de salir de la ciudad alemana de Colonia, a la que el vehículo llegó procedente de Munich, Stuttgart y Francfort, para recoger más pasajeros, declaró Rainer Polster, presidente de la compañía Polsteir-Reisen, propietaria del autobús, matriculado en marzo de 2001. En la sede de la compañía, en la localidad alemana de Goessweinstein, el conductor fallecido, de 48 años de edad, era un “experimentado” profesional.
Asimismo se consideró como “casi imposible” un fallo en el sistema de frenado del vehículo, por lo que habrá que esperar a conocer más detalles que puedan confirmar la hipótesis más barajada, la que indica que el chofer se durmiera al volante.