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ROMA, Italia.- Seis muertos, entre ellos dos niños, y, al menos, 50 heridos, tres de los cuales están en condiciones muy graves, es el saldo del trágico accidente que tuvo lugar ayer por la mañana, cuando un autobús de turistas se estrelló en repetidas ocasiones contra las paredes del túnel del Monte Berici, en la súper carretera Brescia-Padova (norte de Italia).
El autobús del desastre llevaba a bordo una comitiva de 65 turistas, moldavos, ucranianos y alemanes, cuyo destino eran las soleadas playas de Jesolo y Rimini, en la costa de la Riviera adriática. A algunos de ellos la muerte les sorprendió, mientras dormían.
A la entrada de túnel de Monte Berici, según los primeros testimonios, el chofer perdió el control del vehículo, el cual se proyectó violentamente contra ambos lados del túnel, terminando su trágico recorrido 150 metros más adelante: el impacto y el estallido de los cristales proyectó fuera del vehículo a las seis víctimas; una niña rusa y un niño kazaco son dos de ellas.
El sueño de la comitiva multinacional, pasaría una semana en las playas italianas por 300 dólares, todo incluido, pero concluyó en llanto y desesperación dentro del oscuro túnel de Monte Berici.
Según la primera hipótesis de las autoridades, el origen del accidente fue un “golpe de sueño” del conductor, el cual, sin embargo, salió ileso, al igual que el segundo conductor, también alemán: al llegar al lugar de los hechos, la policía secuestrado el tacómetro del vehículo, y dijo que interrogaría a los dos choferes.
El autobús había salido la noche anterior de Dormund, Alemania, y durante su recorrido hizo varias escalas, para recoger a diversas familias de inmigrantes de la ex URSS, que trabajan en el país. Por la temprana hora en que sucedió el accidente, ningún otro vehículo quedó involucrado en él.