TORREÓN, COAH.- En México falta conciencia para que las familias acepten donar los órganos de sus parientes que sufren muerte cerebral, en todo el país se realiza una donación por cada millón de habitantes, esta estadística aumenta considerablemente en Torreón, en los últimos cuatro años la cifra indica que se concretan 10 donaciones por millón de habitantes.
Lo anterior fue informado por Leidi Peniche Polanco, coordinadora de transplantes de la Clínica 71 del Instituto Mexicano del Seguro Social, quien consideró que las familias deben informarse para conocer la importancia de las donaciones y el número de vidas que se pueden salvar con esta acción.
La doctora dijo que Torreón ocupa un lugar importante en cuanto a transplantes de órganos de cadáver a paciente, sin embargo, no es suficiente y el número de beneficiados podría aumentar si todas las familias accedieran a donar los órganos de sus parientes que por algún accidente sufren muerte cerebral.
Leidi Peniche reconoció que es una situación difícil para la familia que acaba de perder a un familiar, pero cuando una persona está viva puede donar pocos órganos a comparación de un cadáver, de quien se pueden obtener más órganos que beneficiarían a más enfermos.
La coordinadora de transplantes dijo que cuando una persona desea ser donador de órganos el día de su muerte, puede acudir a la clínica 71 del IMSS para solicitar su credencial de donador, también puede externar su deseo cuando tramita la licencia de conducir, pues en este documento existe un espacio para que la persona manifieste si desea ser donador el día que muera.
“Pero lo más importante es que el posible donador platique con su familia, porque cuando a una persona se le declara muerte cerebral de inmediato se habla con sus familiares para pedirles que autoricen la donación y ellos son quienes deciden”, dijo.
La doctora puso como ejemplo el caso de una persona que falleció la semana pasada en un accidente automovilístico, sus familiares autorizaron la donación y del cadáver se aprovecharon dos riñones y dos córneas, en total resultaron cuatro personas beneficiadas.
De un cadáver por muerte cerebral con corazón latiendo se pueden aprovechar los siguientes órganos: corazón, pulmones, hígado, córneas, intestino, páncreas, fémur, húmero, tibia y peroné