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México, DF.- Retrasar la reforma eléctrica en México implica mayores costos de electricidad para la sociedad y la industria, estancamiento en el empleo, reducción en el potencial de crecimiento económico y freno en los flujos de inversión, advirtió el CEESP.
En un análisis, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) señaló que sin reforma eléctrica la sociedad seguirá asumiendo los costos de la calidad irregular del servicio eléctrico, los cuales actualmente son de l0 mil millones de dólares anuales.
Dijo que para la industria las tarifas del fluido eléctrico son mayores entre 25 y 40 por ciento a los que enfrenta la competencia en el mundo, lo que incide en los costos de producción, en mayores precios que pagos los consumidores finales y en menor competitividad para los productos mexicanos en el ámbito internacional.
En ese sentido, destacó que la perspectiva con cambios a la ley del sector eléctrico es que las tarifas se redujeran paulatinamente, en la medida que aumente la capacidad y la eficiencia de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la Compañía de Luz y Fuerza del Centro (CyFC).
Lo anterior, mediante inversiones privadas y la compra de electricidad a productores independientes más eficientes y menos contaminantes. ?Sin reforma eléctrica la perspectiva es de un aumento gradual en todos los segmentos de tarifas, afectando a familias, empresas y comercios?, sentenció.
El organismo empresarial añadió que no avanzar en la reforma mencionada implica que México deja de recibir un promedio de cinco mil millones de dólares por año en inversiones directas para el sector, al tiempo que se pierden inversiones en áreas relacionadas como gas natural.
El impacto negativo en los flujos de inversión en el sector eléctrico retrasa la modernización en el sector, lo que incide negativamente sobre la creación de empleo, el desarrollo regional, las finanzas públicas estatales y municipales y el ingreso de las familias en las zonas rurales marginadas. ?Retrasar la reforma eléctrica implica dejar de generar un estimado de 300 mil empleos por año, con el consiguiente impacto en el desempleo, la marginación, el ingreso familiar y el bienestar de la sociedad?, agregó.
Refirió que en conjunto la economía mexicana reduce su potencial de crecimiento en 1.5 puntos porcentuales y advirtió que esa tasa será creciente de seguir demorando la reforma.
Por otro lado, manifestó que las empresas que cierran, emigran o dejan de invertir en México dejarán de producir bienes y servicios para exportar, por lo que México dejaría de recibir el flujo de divisas que actualmente recibe.
Si a ese factor se suma la salida de divisas que representan las importaciones crecientes de gas natural, derivados del petróleo, productos químicos y petroquímicos e insumos para diversas ramas productivas, sí como un posible flujo de importaciones de electricidad, los problemas de la balanza de pagos se agravarán, advirtió.
Respecto a los efectos ecológicos, consideró que el aplazamiento de la reforma eléctrica impide reemplazar parte de la industria eléctrica obsoleta que causa un significativo daño ambiental por las emisoras que genera.
Retrasar la reforma eléctrica imposibilita el uso más eficiente y racional de dos mil 300 millones de pies cúbicos de gas al año y de 168 mil barriles de crudos anualmente, estimó el CEESP.