Durango

Faltan más inspectores forestales en el Estado

En Durango sólo hay ocho inspectores forestales y a cada uno le tocaría vigilar y salvaguardar 562 mil hectáreas arboladas, con sus únicas armas: la Ley Forestal, el acta del Ministerio Público o la orden de revisión.

El delegado de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, Ramón Cardosa Leguizamo, reconoce que necesita más personal, pero aunque hubiera 100 inspectores, si no hay cultura de cuidado del bosque, seguirían siendo insuficientes.

En 1992 surgió la Profepa, y en un inicio solamente contemplaba dentro de sus atribuciones la vigilancia de cuestiones ambientales e industria; en 1995 se incorporó todo lo relacionado con los naturales.

El personal adscrito en inspección llega a 11 los del ramo forestal y tres para las inspecciones de la industria. “Obviamente necesitamos más gente y recursos para realizar adecuadamente nuestras funciones y resolver el clandestinaje en una mejor forma.

No solamente, señala, le faltan más inspectores sino más recursos para el gasto operativo que al año alcanza 1.5 millones de pesos, para pagos de gasolina, viáticos, papelería, etc. Otra carencia es la relativa a recursos materiales.

El funcionario federal explica que, a pesar de estas limitaciones, la Profepa ha cumplido con su misión a tal grado de que abatió considerablemente el fenómeno del clandestinaje de madera, aunque acepta que aún quedan zonas críticas, como la del norte en Guanavecí, y otras que requieren de una atención especial como es el Mezquital, Pueblo Nuevo, Durango.

También enfatiza que si las personas no tienen una conciencia de que debe acatar la ley sería casi imposible ejercer la vigilancia en el bosque. “Habría la necesidad de tener un inspector cuidando en cada predio en cada industria”.

Cardoza Leguizamo detalla que aparte de que la Profepa realiza sus labores de vigilancia e inspección, realiza otras acciones también contundentes como es el acercamiento con los dueños de los predios, los técnicos forestales y todos los sectores que intervienen en el cuidado de los recursos.

Reitera que cuando no se tiene un cuidado de los recursos naturales existe el peligro de que se acabe la madera y todo lo que existe en su entorno; es decir, la afectación no es única sino que hay una serie de factores que sufren una alteración.

Testimonio

El respaldo ante todo

Rafael Flores Zamora es un ingeniero agrónomo, de 42 años de edad, que viste camisa blanca y pantalón caqui. En su manga izquierda aparece su responsabilidad: inspector forestal, y más abajo una tira con los colores de la bandera nacional.

A él le corresponde coordinar a los inspectores forestales que hay en Durango, función que realiza desde hace dos años, después de una larga carrera en el servicio público que se inició en 1984 como inspector en lo que se conoció como SEDUE ( Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología).

Expresa que los aproximadamente ocho mil pesos mensuales le dan para vivir bien, aunque con las mismas necesidades como cualquiera otra persona. No es una gran paga, reconoce, pero le gusta su trabajo.

Dijo que ha sufrido intentos de soborno, amenazas, cuando alguien es sorprendido in fraganti. En una de sus primeras intervenciones se topó con un cazador del Subprocurador, y salió bien librado, porque sus jefes lo respaldaron.

Numeralia

4.9 millones de

hectáreas arboladas

hay en Durango

8 inspectores forestales

para cuidar todo el

territorio forestal

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