Con la inauguración del 'Globo 2006' inicia la cuenta regresiva de mil días para el mundial de Alemania 2006.
12 septiembre 2003
Berlín, (EFE).- El canciller alemán, Gerhard Schroeder, y el presidente del Comité Organizador del Mundial de 2006, Franz Beckenbauer, inauguraron hoy una escultura gigante en forma de balón, a mil días de que comience el campeonato del mundo.
"Faltan mil días para el Mundial y con éste balón queremos mostrar que el fútbol y la cultura pueden formar una unidad", dijo Schroeder en frente del "Globo 2006", como se llama la obra del artista Andre Heller, situada enfrente de la emblemática Puerta de Brandeburgo en Berlín.
"En estos mil días habrá muchos actos de carácter cultural y además nos prepararemos para que quien venga a Alemania durante el Mundial regrese a su casa convertido en un amigo de Alemania", agregó el canciller.
Beckenbauer, por su parte, agradeció a Schroeder todo el apoyo que le ha prestado primero a la candidatura alemana para el Mundial y luego al comité organizador.
También Andre Heller fue objeto de los agradecimientos de Beckenbauer que recordó que el artista fue quien tuvo la idea de que, cuando el "Kaiser" presentó la candidatura alemana fuera acompañado a Zúrich por una comitiva de personalidades destacadas, entre las que estaba el propio Schroeder, que le prestaron un apoyo silencioso.
Tras los breves discursos, Beckenbauer y Schroeder se dirigieron, acompañados del presidente de la FIFA, Sepp Blatter, al balón al que entraron por la única puerta que tiene para admirar la exposición de objetos y fotografías de los pasados campeonatos del mundo.
El ingreso al balón del canciller y el mejor jugador alemán de todos los tiempos fue flanqueado por un grupo de escolares vestidos con el uniforme de la selección alemana.
Los espectadores, mientras tanto, pudieron ver como sobre la superficie del balón empezaron a aparecer diversas imágenes entre ellas una serie de ojos que querían simbolizar como en 2006 las miradas del mundo estarán puestas sobre Alemania.
El balón estará diez semanas en Berlín y luego tendrá estaciones en otras ciudades alemanas.