Agradezco mucho el correo electrónico en el que el Sr. Moctezuma Escobedo me envía su crítica. Respeto sus puntos de vista y su derecho a expresarlos. No es la primera vez y estoy seguro que tampoco la última en que alguien opine que las propuestas basadas en valores por un mejor país que un servidor y afortunadamente muchas personas más, hacemos a diario en muchos foros, son utopías y sueños que no se pueden lograr. El Sr. Escobedo las llama pueril ingenuidad, catálogos de buenas intenciones y artículos demagógicos y cursis carentes de toda objetividad.
En ocasiones pasadas, he comentado el éxito de empresas laguneras que promueven los valores entre sus trabajadores y que tienen excelentes resultados que son obtenidos gracias a la actitud abierta y optimista de todos los que forman parte de ellas. Los rasgos característicos de estas empresas son la apertura al cambio, la búsqueda constante de oportunidades, su disposición para la innovación, el fomento de la creatividad, el trabajo en equipo y la paciencia y constancia cuando se trata de formar nuevos y mejores hábitos en todo su personal. Estas empresas demuestran con claridad que si mejoramos al hombre integralmente, su comportamiento y actitud cambian para convertirlo en un mejor trabajador que estará presto a colaborar en la mejora de sí mismo, de las actividades que desempeña en su trabajo y por lo tanto de todas las actividades de la empresa para producir un buen producto o servicio. Todavía más importante aún, es el hecho de que este cambio en el comportamiento y actitud de las personas, cuando mejoran integralmente en el trabajo, también se refleja en su familia y en la sociedad en general.
En esta ocasión, quiero hacer referencia a una empresa de Monterrey, su nombre es Famosa, por sus siglas que significan Fabricas Monterrey, S.A. el giro de esta empresa es la fabricación de tapas y envases metálicos litografiados y fueron pioneros en México de las ya desaparecidas corcholatas (ahora en lugar de corcho se usa plástico) y de la fabricación de las latas de dos piezas para alimentos y bebidas. En esta empresa, una buena parte de sus empleados, se dedican a la creación de tecnología propia y con ello apuntalan el desarrollo económico con autonomía. En su departamento de ingeniería, se analizan las nuevas necesidades de maquinaria y los problemas de producción, ahí se estudian los casos y se diseñan soluciones; muchos de sus ingenieros se iniciaron en la empresa como dibujantes y después de estudiar con becas de la empresa se han convertido en profesionistas exitosos. El taller mecánico de esta empresa se ocupa del mantenimiento y la fabricación de piezas de repuesto y de nuevo diseño, por lo tanto, como no puede realizar todo el trabajo que se genera, Famosa subcontrata muchos talleres externos con lo que genera una importante derrama económica en la comunidad.
Entre sus innovaciones y logros se pueden contar hornos para lamina litografiada, sistemas para transporte y manejo de materiales, aditamentos para seguridad personal y líneas completas para troquelado que han sido diseñados y construidos por el personal de la empresa. En forma paralela, un laboratorio constantemente realiza investigaciones para mejorar la materia prima y el proceso de transformación para contar con la más alta calidad en sus productos.
Tuve la fortuna de conocer esta empresa y visitarla en muchas ocasiones cuando era niño, ya que en ella laboraban dos de mis hermanos. El ambiente de trabajo que se respiraba y se sigue respirando en esta empresa (hace algunos años la visité de nuevo) es impactante pues representa una prueba palpable de que se puede lograr en las empresas mexicanas por lo menos lo mismo o más que en empresas de países altamente desarrollados. La empresa tiene más de sesenta años de existencia y nunca ha tenido conflictos laborales, sus trabajadores cuentan con centro social y recreativo además de atención médica en una clínica particular operada por la empresa bajo un contrato especial con el IMSS. Fue de las primeras empresas que instalaron una de sus plantas en Toluca, en 1968, cuando en esta población los hombres útiles estaban acostumbrados a sufrir la inestabilidad en el trabajo y los ingresos; gran parte del año se la pasaban sin hacer nada, vivían y trabajaban sin reglamentos ni disciplina. En ese entonces, ciento diez familias sintieron el cambio pues alguno de sus miembros ingresó a la empresa cambiando radicalmente sus condiciones, desde entonces, sus hábitos de vivienda, alimentación y vestido han cambiado para mejorar, hoy su mentalidad es otra.
La forma de administrar la empresa se basa sobre todo en la libertad responsable que no es otra cosa que el autocontrol de cada uno de sus miembros y disfrutan una alta calidad de vida después de haber roto viejos paradigmas sobre los esquemas de poder que predominaban en las relaciones obrero patronales mexicanas. Los japoneses dicen que para darse una idea de cómo se administra una empresa, basta con visitar los sanitarios y baños del personal. En Famosa, los baños están impecables como si no se usaran, estimado radioescucha, créalo o no, lo más sorprendente es que solamente se hacen labores de limpieza ¡dos vez por semana! El resto del tiempo, cada usuario se encarga de dejarlo tal como lo encontró. El comedor, tiene más de cincuenta años y ha sido remodelado varias veces para mantenerlo práctico y elegante; cuenta con máquinas de café y refrescos además de televisión a color y el control remoto esta a la disposición de los trabajadores sin que nadie tenga que cuidarlo; existen suficientes hornos de microondas y un enfriador para conservar en buen estado los alimentos que los propios trabajadores traen de sus casas. Diariamente se cuenta con algunos periódicos para que los trabajadores los puedan leer en su descanso. Si alguien se sirve café, al terminar, lava su taza y limpia la tarja colocando el periódico en orden en el lugar destinado para ello. Los lockers de los trabajadores permanecen sin candado ya que nadie toma lo que no le pertenece. El almacén, no tiene almacenista, cada trabajador, entra al almacén y toma el material que necesita tan solo anotando en una libreta los materiales de que dispuso. Cada operador le da el mantenimiento a su propia máquina, todos los trabajadores están capacitados para cubrir cualquier puesto y no hay relojes checadores ni existen supervisores. Si alguien necesita faltar a su trabajo algún día, solo basta con que se ponga de acuerdo con otro trabajador que quiera ganarse ese salario sustituyéndolo y ellos mismos hacen en la computadora los cambios de nómina necesarios.
Con toda seguridad, los lectores piensan que estoy exagerando. Si existe una organización mexicana con este tipo de comportamiento, debemos reconocer que podemos desarrollar ambientes de trabajo y comportamientos superiores a los mejores de otros países, sin embargo, para ello se requiere establecer un plan y una estrategia que acompañados de un buen liderazgo y el ejemplo de los niveles superiores, con suficiente paciencia y constancia, logre los mismos resultados que los que se logran en empresas como Famosa. Hay muchos ejemplos reales de empresas mexicanas que han logrado involucrar en las mismas a todo su personal de tal manera que todos son aliados en la calidad y la productividad además de lograr mejores mexicanos. No quiere esto decir que estas empresas no tengan problemas, pero si quiere decir que estos se resuelven con sabiduría, propiciando así un ambiente de trabajo sano, seguro y motivante. ¿La receta para lograr este estado de cosas?, educar al personal de manera integral y definir ciertos valores que rigen el comportamiento colectivo, en ello, algunos se quedan en el camino, en Famosa, los mismos trabajadores toman acciones para evitar a los malos elementos que ponen en riesgo este ambiente de libertad y de esta forma, se preservan estas condiciones de trabajo envidiables. El caso de Famosa demuestra que no se requiere de supervisión rígida cuando todos se comportan correctamente y cuando todos cuidan de ese ambiente de trabajo basado en los valores y el autocontrol.
El Sr. Escobedo dice en su correo electrónico ?en su debilidad (la mia) ? por coleccionar cuanto código y recetas de valores y conductas exitosas, no tiene usted la gracia de conocer el Ideario Cuahutemoc de Don Eugenio Garza Sada?. Sr. Escobedo, no solamente conozco el Ideario Cuahutémoc de Don Eugenio, además, desde mi infancia he vivido sus frutos directamente; con mucho orgullo puedo afirmar que los beneficios que mi padre obtuvo igual que miles de personas más, con la aplicación de esos diecisiete postulados al trabajar como simple obrero en una de las empresas de tan ilustre persona, han perdurado por cuatro generaciones en nuestra familia, tenga usted por seguro que sé de lo que estoy hablando pues no conozco el ideario solamente por su lectura sino por sus resultados.
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