TORREÓN, COAH.- A sus 19 años de vida, Federico Castañeda es sin duda la principal promesa con la que cuenta actualmente el beisbol lagunero. En pocos años ha logrado destacar como un seguro y confiable pitcher, situación que lo ha llevado a jugar ya con Vaqueros Laguna en la Liga Mexicana, donde ha dejado una muy grata impresión.
Es en este momento un prospecto para ir a alguna organización de beisbol de Ligas Mayores, de ahí que los cuidados que requiere en cuanto a la administración de su brazo, deban extremarse, sin caer en el exceso de trabajo durante los encuentros en los que toma parte.
?Hace unos días hice alrededor de 150 lanzamientos, la verdad no lo sentí, me di cuenta hasta que me entregaron el reporte y la verdad es que me sorprendí. Lo normal en un partido son 100 ó 110 a lo máximo, pero nunca 150?.
Aceptó el pitcher torreonense, que hace aproximadamente un mes sufrió una lesión debido al exceso de trabajo al que sometió su brazo, y recordó que tras hacer un relevo en el parque de la Sección 74 un viernes, el domingo volvió a entrar para hacer lo propio, situación que le obligó a reposar por dos semanas para lograr su recuperación.
De acuerdo al pelotero, la causa de esa lesión fue el enfriamiento, ya que no calentó bien el brazo antes de entrar a lanzar y le provocó un problema en el llamado ?manguito rotador?.
Al momento, el mejor lanzamiento del juvenil pitcher lagunero es la recta, donde alcanza hasta 94 millas por hora, aunque afirma el propio jugador que en la Liga Mayor el promedio de velocidad que desarrolla es de 88 o 90 millas por hora.
Sobre el supuesto interés de alguna organización de Ligas Mayores por sus servicios, dijo desconocer tal situación, ya que al menos a él nada le han comentado en las oficinas del Club Vaqueros Laguna, por lo que prefiere entrenar para estar en la mejor forma posible en el campo de juego.
Reconoció que el hecho de que para cualquier jugador es motivo de orgullo saber que un equipo del beisbol de Estados Unidos se interese por él, ya que lo motiva a superarse, pero en su caso, aseguró no saber nada al respecto.
?Estoy listo para lo que venga, me siento preparado para retos fuertes, por lo general no descuido mis entrenamientos y espero que llegue la oportunidad de reportar a Los Mochis, donde pudiera tener posibilidad de jugar?.
El señor Federico Castañeda, manager de los Mineros de la Sección 74, y padre del juvenil pitcher Federico Castañeda Sonora, estelar de la misma escuadra de la Liga Mayor de Beisbol de La Laguna, afirmó que un pitcher debe realizar un máximo de 120 lanzamientos durante un juego, por lo que al rebasar esta cantidad, se corre el riesgo de una lesión en el brazo.
En el caso de su hijo, afirmó que ese es el promedio de pitcheadas que realiza en un encuentro, y reconoció que hace algunas semanas, debido a que no se llevaba el control de los lanzamientos, realizó alrededor de 150 disparos durante su participación, lo que indudablemente calificó de un lamentable descuido de parte del cuerpo técnico.
?Fue la calentura del juego, estaba muy cerrado y ninguno nos percatamos de la situación, sino hasta después. A raíz de eso, ahora supervisamos y contabilizamos cada uno de los lanzamientos que hace y no permitimos que rebase el promedio adecuado.
En cuanto a las posibilidades de un futuro promisorio dentro del beisbol organizado, dijo que hace poco estuvieron aquí visores de los Orioles de Baltimore, lo observaron y se llevaron información sobre su trabajo, pero hasta el momento nada se sabe sobre la resolución.
?Es un jugador que pertenece a Los Mochis en la Liga del Pacífico, pero hasta ahora no ha recibido el llamado para integrarse a esa organización.
Es un jugador que está en su momento, tiene una gran preparación física y está listo para emigrar a donde sea requerido. En la Liga Mayor ha logrado un gran fogueo, todos los equipos se han reforzado y eso le ha ayudado a tener un buen nivel de competencia?.
José Antonio Mansur Beltrán, presidente del Club Vaqueros Laguna, estimó que la carga de trabajo a que son sometidos algunos lanzadores jóvenes en la Liga Mayor de Beisbol, podría traer consecuencias, las cuales costarían la carrera a estos elementos, específicamente en el caso de Federico Castañeda Sonora, perteneciente a los Mineros de la Sección 74.
Hace algunos días, Federico Castañeda hizo 150 lanzamientos en un partido, y en otra ocasión, luego de trabajar en un juego, fue llamado a relevar prácticamente sin descanso, por lo que sugirió haya más atención en este aspecto, porque sería lamentable que por un descuido de esta naturaleza, terminara lo que es una carrera promisoria, incluso para el beisbol de los Estados Unidos.
José Antonio Mansur Beltrán señaló al respecto: ?Federico Castañeda es un gran prospecto, la verdad es que él estaba asignado para jugar en la Liga Tabasqueña, pero Alex Taveras sugirió mantenerlo en el equipo grande, el trabajo que hizo fue bueno y cada vez será mejor, sin embargo, sería lamentable que debido a un descuido del manager, terminara lo que es una carrera con gran futuro?.
El directivo agregó: ?Los Reales de Kansas City están interesados en Federico Castañeda, y el manager Tony Peña ya tiene referencias de él, por lo que es muy factible que sea checado por aquella organización, para él sería importante recibir la oportunidad de desarrollar sus cualidades?.
Mansur Beltrán dijo que es necesario llevar a los lanzadores jóvenes con mucho cuidado, ese es trabajo del manager y los coaches, Federico Castañeda en un partido tiró 90 rectas y 60 sliders, es una sobrecarga de trabajo, sobre todo si se juega con una pelota de dudosa calidad, entiendo que es cuestión económica, pero siempre es importante que la gente de experiencia tenga mucho cuidado con el exceso de trabajo de los lanzadores jóvenes, quienes por un error podrían ver el fin de su carrera, a pesar de sus grandes cualidades?.
Por último, cabe señalar que en ninguna liga profesional de beisbol en todo el mundo, los directivos de la misma se ocupan de cuidar el trabajo que realizan los jóvenes, ya que eso es interés y obligación de cada equipo, el cual cuenta con un manager y todo un cuerpo técnico, con una función específica.