MÉXICO, DF.- Descendiente de familia artística, Fernando Luján, de 65 años, encasillado en su juventud como actor cómico pudo zafarse a tiempo de los esquemas y al paso del tiempo se ha convertido en uno de los más sólidos actores de carácter.
Así lo demuestra en la telenovela Mirada de Mujer 2, el Regreso, como el licenciado Ignacio San Millán, y en el cine en películas como El Coronel no Tiene Quien le Escriba y en su más reciente producción, la cinta española Primer y Último Amor.
Entrevistado en su camerino de Azteca Digital, Luján abrió el baúl de los recuerdos en un ejercicio de buena memoria, al admirar varias fotografías que evocan sus más de cuatro décadas en los escenarios de las que dijo: “He alternado con los mejores”.
-Se dice que los artistas canalizan de diferente forma las emociones y los momentos tristes y también alegres, ¿cómo ha sido en tu caso?
-Quizá sí pueda servir que uno como actor viva varias personalidades, a veces de manera simultánea, pero en los momentos de dolor nunca se sabe cómo se pueda reaccionar. En mi caso, la muerte de mi madre fue de tanto impacto que el día del velorio en lugar de estar con la familia, compré dos botellas de cognac y recibía a los familiares y amistades con una copa en la mano. No pude llorar, contuve todo el tiempo lo que por dentro me ahogaba.
Mi padre me mandó llamar y me pidió que entrara en razón de lo que estaba haciendo. La felicidad hay que vivirla por igual. Con mi hermano Alejandro vivimos anécdotas dentro del medio artístico que nos marcaron. Momentos felices han sido los nacimientos de mis hijos.
-En la década de los 60 ya actuabas al lado de los grandes de la época y se te consideraba galán en el cine nacional, ¿qué opinas?
-Tuve la gran fortuna de aprender y alternar con los mejores como Marga López y Arturo de Córdoba, o ser dirigido por don Rafael Banquells. Fue una época en que se realizaba cine familiar, con tramas divertidas, pícaras sí se quiere, pero nunca ofensivas para el público. ¿Galán yo? Dejémoslo en que no era mal parecido.
Fernando Luján intervino en cintas como Peligros de Juventud (1959), con Elvira Quintana y Tere Velázquez; Cinco de Chocolate y uno de Fresa (1967), con Angélica María, divertida farsa musical basada en un argumento de José Agustín; El Medio Pelo (1970), con Amparo Rivelles y Enrique Rambal; Estas Ruinas que Ves (1980), con Blanca Guerra, adaptada de una novela de Jorge Ibargüengoitia.
-¿Siempre tuviste una visión cómica?
-Me sentía a gusto en la comedia, pero el actor debe explorar otros géneros para madurar y crecer. Le tengo una gran respeto a la comedia e incluso un personaje mío, Don Cucufato, que interpretaba al lado de Héctor Suárez, me dio para comer durante siete años. Habrá que imaginarse si no le tengo cariño al género y a este personaje en particular. Para mí, Héctor es muy talentoso como actor, aunque su carácter resulta para cualquiera difícil para trabajar.
En teatro recuerdo con cariño el Tartufo de Molliere, una temporada exitosa con una de las obras mejor escritas para la comedia.
-Tienes muchos hijos, ¿pero podrías vivir sin una pareja?
-Me casé muy jovencito, a los 17 años, y duré ocho casado, tiempo en el que tuve tres hijos. Después de vivir un divorcio, es difícil creer que haya una pareja con quien compartir toda una vida. Yo no podría estar solo, sin una pareja. Hoy al lado de Mariana y de mi pequeño Paolo soy más feliz que nunca, pues poseo más experiencia y veo la vida de otra manera. Mariana es una mujer que me da todo.
-La diferencia de edades, como en tu caso con Mariana, ¿no determina el futuro de una relación?
-Poco a poco, las relaciones entre parejas con edades distintas es cada vez más natural. Jamás, así se tenga la edad que se tenga, deja uno al lado el amor, de quién enamorarse, pues la vida es tan corta que no hay que desperdiciarla. La tolerancia, la libertad y el interés por el otro, soportan la diferencia de edades.
-¿Qué sucede con Mirada de Mujer, el Regreso? y, ¿cómo te sientes con tu personaje Ignacio San Millán?
-Es la telenovela más difícil en la que he participado y muy seguido me pregunto hacia dónde va. Hay nuevos personajes y más subtramas y he manifestado no estar de acuerdo. Se han tocado muchos temas importantes a nivel social y educativo, y en breve mi personaje estará enfrentando el dilema de un niño con síndrome de down, algo que deberé revisar a conciencia con los escritores, pues el contenido y el mensaje de este caso puede afectar a numerosas personas, y para que yo acepte hacerlo debo estar de acuerdo en la manera en que se abordará.
Luján cumplirá con la etapa final de grabaciones de Mirada de Mujer y enfocará su “mirada” de nuevo hacia el cine, mientras se estrene en México su última aparición en Primer y Último Amor.
CON “MIRADA” TALENTOSA
Actor de teatro, cine y televisión, además de escritor y creador, Fernando Luján es un digno sucesor de los hermanos Soler. Inició su carrera cinematográfica a los ocho años con la película La Cobarde (1952), dirigida por Julio Bracho, donde compartió créditos con Angélica María, con la que fue parte de los actores más populares de los sesenta.
-Las películas que marcaron el rumbo de su carrera en el cine de corte juvenil fueron: El Mil Amores (1954), de Rogelio A. González; La Edad de la Tentación (1958), de Alejandro Galindo; Peligros de Juventud (1959), de Benito Alazraki; y El Pueblo Fantasma (1963), dirigida por Alberto B. Crevenna.
-Durante los setentas y ochentas se consolidó en el cine nacional, al participar en más de sesenta películas de las que destacan: La Casa del Sur (1974), de Sergio Olhovich; El Patrullero 777, dirigida por Miguel Delgado (1977); La Trampa, realizada por Raúl Araiza (1978); y, por supuesto, la nominada en Cannes, El Coronel no Tiene Quien le Escriba, (1999) bajo la dirección de Arturo Ripstein.
-En el ámbito televisivo, Fernando Luján ha trabajado en diversos programas y telenovelas de los cuales destacan Cadenas de Amargura, Sueño de Amor y Para Toda la Vida.
-En 1998 ingresó a TV Azteca y lo hizo de la mejor manera, al interpretar a Ignacio en Mirada de Mujer, y a Gonzalo en Todo por Amor, compartiendo créditos con la primera actriz Angélica Aragón.
-En la telenovela Lo que es el Amor lo vimos interpretar a Emiliano Lomelí.
-Actualmente, Fernando Luján graba Mirada de Mujer, el Regreso, en donde interpreta al inolvidable Ignacio San Millán.
FUENTE: TV Azteca