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Washington, EU.- Estados Unidos celebrará el próximo lunes el Día del Trabajo con signos de recuperación en la económica, pero en medio de un panorama laboral que incluye a más de 9.1 millones de trabajadores en las filas del desempleo.
"Estados Unidos esta enfrentando una crisis. Es una crisis de empleos y es el asunto número uno que enfrenta América", aseguró el presidente de la cúpula laboral del país, la American Federation of Labor-Congress of industrial Organizations (AFL-CIO), John Sweeney.
La tasa nacional de desempleo se ubicó en un nivel de 6.2 por ciento en julio, un descenso nominal respecto de junio, a pesar de que el país no ha generado empleos en los últimos seis meses y continúa la derrama en especial en las manufacturas.
La situación es más dramática en el caso del empleo en las minorías afro-americana e hispana, que el mes pasado registraron una tasa de 11.2 por ciento y 8.2 por ciento de forma respectiva.
La secretaria del Trabajo, Elaine Chao, tenía previsto hablar ayer de la situación laboral de días en vísperas de la conmemoración del Día del Trabajo, pero canceló su participación en el Club Nacional de Prensa (NPC).
En cambio, los sindicatos aprovecharon para culpar a la Casa Blanca de la situación laboral y acusaron a los republicanos de propiciar la perdida de más de tres millones de empleos desde la llegada del presidente Bush a la presidencia.
Las quejas sobre la situación laboral ocurren en momentos que la Oficina Legislativa del Presupuesto (OMB) vaticinó un déficit presupuestal de 480 mil millones de dólares en el 2004.
Los demócratas insisten en que el plan de reforma fiscal de la Casa Blanca, que incluyó una devolución de impuestos de más de 600 mil millones de dólares, es en parte responsable por el estado de las finanzas publicas.
Se espera que el tema laboral se politice de cara a las elecciones de 2004, en momentos que encuestas coinciden en que la situación económica es la preocupación número uno de los votantes, seguida por la seguridad nacional.
A diferencia de otros países, donde el Día del Trabajo se celebra el primero de Mayo, en Estados Unidos se conmemora el primer lunes de septiembre como un día feriado sin desfiles multitudinarios.