MORELIA, MICH.- La alegría por el pase de Monarcas Morelia a la final del Campeonato Clausura 2003, motivó una gran fiesta la noche del sábado por las calles de esta ciudad, misma que se prolongó más allá de la madrugada de ayer.
Un gran número de habitantes de la capital michoacana se volcó a las calles para dar rienda suelta a su felicidad, pues su equipo en la Primera División derrotó 2-0 a Veracruz con anotaciones de Adolfo Bautista, triunfo que lo colocó en la final por el título frente a Monterrey.
Con gritos de: "¡Dónde están! ¡Dónde están!, los tiburones que nos iban a ganar, Monarcas, Monarcas, Monarcas, ‘Bofo’, ‘Bofo’" y cánticos triunfales, los aficionados locales celebraron en grande la nueva victoria de su equipo y que por primera vez les tocará la definición de una corona como locales.
Fueron, sobre todo jóvenes, quienes salían a las calles, en especial la avenida Francisco I. Madero, sitio tradicional para estas ocasiones que desde el Centro Histórico frente a la Catedral y un poco más allá hasta la famosa fuente de las Tarascas (resguardada por efectivos de Seguridad Pública de Morelia), el lugar del multitudinario festejo.
Hubo de todo, gritos, brincos, baile, risas y personas que caminaban tranquilamente, mientras veían cómo se divertían los demás, pero también hubo algunos, que bajo los efectos del alcohol empezaban a causar desmanes y fueron detenidos por la policía local.
Los niños se divertían en grande al rociar con botes de espuma a quienes pasaban enfrente de ellos.
Pese a la derrota, hubo por ahí un espectador "valiente" de Veracruz, quien desde la azotea de un hotel, ubicado enfrente de la Catedral, sacaba una playera de Tiburones Rojos con la cual "toreaba" a los seguidores de Monarcas, quienes al descubrirlo no dejaron de lanzarle improperios y señas.
También por la conocida área de los Portales, un grupo de muchachos, todos ellos con su respectiva pareja, prefirieron celebrar con baile a ritmo de música de banda y cada vez que terminaba una pieza todos se abrazaban, hacían "bolita" y gritaban ¡Morelia! ¡Morelia!, ¡Morelia!.
El hecho de conducir una camioneta tipo pick up significaba, casi por obligación, llevar de paseo para celebrar a gente desconocida, que alegre festejaba por donde pasaba.
Después de la primera hora de ayer, miembros de Seguridad Municipal empezaron a patrullar en varios vehículos, principalmente la avenida Francisco I. Madero, y por los altavoces invitaban a la gente a concluir la verbena.
Con mensajes de "caminen sobre las banquetas, vayan a dormir a sus casas, retírense, evítennos la pena de tener que detenerlos", intentaron calmar la celebración.
Más allá de las dos de la madrugada aún se escuchaban por la ciudad bocinazos y algunos gritos de seguidores de Monarcas, que todavía traían la fiesta encima y querían prolongarla.
El festejo dejó gran cantidad de basura en las calles, botellas de refresco, latas de espuma, vasos de cartón y palos rotos que debieron ser retirados en las horas siguientes por personal de limpieza.