México, DF.- Fito Páez derramó su naturaleza y su sangre ante el público mexicano, el cual esperaba ansioso a este artista argentino, que no pudo sentirse más que como en casa la noche de su concierto en esta ciudad.
Páez protagonizó -además de sus canciones- un beso en la boca con Susana Zabaleta, quien a mitad del concierto subió al pequeño escenario para interpretar a su lado El Amor Después del Amor.
La temperatura en el escenario subió. Susana vitoreó a Fito y hasta le dijo: ?Qué nal...?, a lo que el argentino respondió tomándola por la cintura y besándola en la boca.
La atmósfera en el Salón 21 tuvo un aire argentino y no por el que cantaba sino por los que asistieron con playeras de la selección argentina de futbol y otros con la del club deportivo Boca Juniors.
Hasta en la forma de pedirle a Fito que regresara al escenario se notaba cierto aire futbolístico, ya que en lugar de entonar un grito unísono, se escuchaba un cántico clásico de las arenas de balompié.
Igual que en el estadio, se despertaron pasiones, hubo rechiflas y gritos, pero ahí no existió árbitro a cual reclamarle una mala decisión, sólo un músico de melena rizada y despeinada que se movía frenéticamente detrás de la guitarra o el teclado.
El equipo era complementado por cuatro músicos, que obedecían a su capitán a la mínima señal. ?¡Hoy hay de todo como en botica. Pin... ca...!?, introdujo Páez.
Pero Fito no era individualista, ofrecía el liderato a su guitarrista de vez en cuando y en varias ocasiones al propio público al cual prefirió escucharle sus canciones en lugar de cantarlas.
El uniforme era sencillo, todos de negro, menos la estrella de la noche, quien en un inicio comenzó su presentación con atuendo blanco, marcado en el pecho por un bordado rojo que semejaba una gota de sangre.
También hubo tiempo para la nostalgia y Fito dedicó una canción a Luis Alberto Spinetta, pero marcó también sus distancias con el que alguna vez fuera su compañero en algún disco, Joaquín Sabina. ?Joaquín y yo, cada quien por su lado?, versó mientras cantaba Llueve Sobre Mojado, la cual grabó a dueto con él. El tiempo reglamentario se consumió escuchando con Giros, 11 y 6, El Chico de la Tapa, Yo Vengo, Circo Beat, Brillante, A Rodar.
Pero en tiempo de compensación, exigido por los más de 2 mil 500 hincas, Páez ofreció Los Restos, Llueve sobre Mojado, Dar es Dar y Mariposa Tecnicolor, con la cual se dio el guitarrazo final del encuentro.