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Madrid, España.- El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Horst Koehler, confió ayer en que, salvo que se produzca una guerra larga en Oriente Medio, la economía mundial crezca en 2003 por encima del tres por ciento.
Koehler dictó una conferencia sobre los retos de las economías latinoamericanas, invitado por el Banco de España, en la que también se refirió a la actual coyuntura internacional, con la posibilidad de una guerra en Iraq en el horizonte más cercano.
?El mundo atraviesa actualmente por un período de incertidumbre. Los consumidores e inversores del mundo mantienen una actitud de cautela y la recuperación de la economía mundial es menos vigorosa de lo que se esperaba?, indicó.
?Salvo que se produzca una guerra prolongada en Oriente Medio, espero que continúe la incipiente recuperación?, indicó para mostrar su confianza en que el crecimiento de la economía mundial sea en 2003 ?ligeramente mayor que el tres por ciento del año anterior?.
?Aunque sabemos que es improbable que se recobre totalmente la confianza hasta que remitan las tensiones geopolíticas, no debemos caer en un pesimismo excesivo?, dijo el máximo responsable del organismo multilateral.
Respecto al tema de la conferencia, dijo que ?de las regiones del mundo, América Latina es la que atraviesa por circunstancias difíciles? y recordó que en 2002 el Producto Interno Bruto (PIB) real se redujo un 0.5 por ciento en el conjunto de la región.
Koehler indicó que el panorama en Latinoamérica es muy diverso y que en general se observan mejoras. ?Esta recuperación se habrá de alimentar, con las medidas de política adecuadas y actuando con determinación a la hora de tomar decisiones?, señaló.
?El principal problema es que en América Latina no se ha pecado por exceso, sino por defecto, en lo que a las reformas se refiere, y que las medidas de política no se han aplicado de una manera consistente?, declaró Koehler.
?El proceso de privatización no contó con el respaldo de un marco de regulación adecuado que garantizara la competencia. Con frecuencia, la política fiscal no fue congruente con las políticas cambiarias?, añadió.
Indicó que, en algunos casos, la excesiva desigualdad en el ingreso y la falta de atención a las redes de protección social hizo que decayera el apoyo popular a las reformas económicas.
Según Koehler, la senda a seguir para las economías en América Latina consta de cuatro puntos.
?En primer lugar, las economías de la región han de ser más resistentes a la crisis?, por lo que destacó en este punto la necesidad de contar con políticas macroeconómicas sólidas.
?En segundo lugar, se necesitan reformas estructurales para desarrollar el potencial de crecimiento a largo plazo de estos países?, señaló el funcionario internacional.
En este punto dijo que es preciso establecer una mejor infraestructura y un sistema de regulación más eficiente que aliente a la inversión privada.
En tercer lugar, es ?apremiante? fortalecer las instituciones que respaldan la democracia y el funcionamiento de la economía de mercado?. Y en cuarto lugar, será necesario atacar frontalmente los problemas de equidad social y mal gobierno que han asolado a una gran parte del continente.
?Es necesario centrar explícitamente la mira en políticas que alivien la pobreza y mejoren la equidad social?, destacó el director del FMI.
Con respecto a Brasil, Koehler dijo estar ?especialmente alentado? por el nuevo gobierno brasileño, ?por su suave y pacífica transición democrática evidencia de madurez política y su pro moco bnn equidad social?.
?El nuevo gobierno brasileño ha mostrado la continuidad de las políticas macroeconómicas necesarias para controlar la inflación y mantener las finanzas públicas en un curso firme?, señaló. ?El FMI está comprometido a respaldar a Brasil para que desarrolle todo ese potencial?, dijo su máximo responsable.