Reuters
LONDRES, INGLATERRA.- Policías armados convirtieron ayer a la capital inglesa en la “Fortaleza Londres”, en respuesta a los temores de un atentado al aproximarse una polémica visita del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, por tres días a partir de hoy.
La Casa Blanca, temerosa de un ataque de Al Qaeda, ha insistido en estrictas precauciones. Llamativas actividades tradicionales de los dignatarios visitantes, como un paseo en un coche de caballos con la reina Isabel, no estarán incluidos en el programa.
Los atentados del fin de semana contra dos sinagogas en Estambul, en los que murieron 23 personas, han servido para recordar, si es que era necesario, que los extremistas podrían atacar en cualquier momento sin advertencias.
Un periódico árabe dijo que una unidad de la red Al Qaeda se había atribuido los ataques con bomba y planeaba más atentados contra Estados Unidos y sus aliados Gran Bretaña, Italia, Australia y Japón.
Gran Bretaña ya había pasado a un nivel elevado de alerta tras las advertencias de un posible ataque de Al Qaeda recibidas recientemente.
Los temores de ataques terroristas y la renovada inestabilidad geopolítica ha hundido los mercados financieros, bajando las acciones, impulsando los bonos y colocando al oro en casi 400 dólares por onza. Pero el primer ministro británico Tony Blair, el más firme aliado de Bush en su “guerra contra el terrorismo” insistió: “Ahora no es el momento de ceder, ahora es el momento de salir adelante”.
“Este es el momento correcto para que nosotros nos mantengamos firmes con los Estados Unidos de América en la derrota del terrorismo dondequiera que esté, librándonos de lo que genuinamente creo es la mayor amenaza a la seguridad en el siglo XXI”, dijo Blair a líderes empresariales reunidos en Birmingham, en el centro de Inglaterra.
Algunas carreteras de Londres fueron bloqueadas y varios conductores detenidos y registrados mientras la policía reforzaba un anillo de seguridad alrededor de la capital.
Francotiradores de la policía flanquearán el trayecto del presidente en los tejados y todas las unidades armadas de respuesta rápida están en alerta máxima ante la llegada de Bush prevista para el martes. La policía británica no suele portar armas. Habrá 14 mil agentes de la policía en servicio
Un sondeo de YouGov en vísperas del viaje mostró cuán poco popular es Bush entre los británicos. El 60 por ciento lo considera una amenaza a la paz mientras que el 37 por ciento lo calificó de “inepto”.