MEXICO (AP).- Ante la presión de los dos principales socios comerciales de México, el presidente Vicente Fox canceló sus actividades el martes para considerar la posición de su país respecto a la crisis con Iraq.
La medida ilustra cómo la crisis iraquí está complicando la situación de países en desarrollo como México que tienen escaños en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Fox ha realizado conversaciones sobre el tema con dirigentes a los dos lados del debate sobre el desarme iraquí.
"La finalidad es lograr un contacto más cercano entre todas las diferentes posiciones", dijo la oficina de Fox en un comunicado.
El segundo socio comercial de México, Japón, se agregó a la lista de países que buscan presionar a México para que vote a favor de una resolución autorizando el uso de la fuerza contra Iraq.
El primer ministro Junichiro Koizumi exhortó vía telefónica a la aceptación de un plazo para el 17 de marzo a fin de que Iraq cumpla con su desarme o enfrente una guerra, diciéndole al presidente Vicente Fox que las divisiones internacionales han hecho que sea cuestionable la autoridad de la ONU, dice un comunicado dado a conocer por el Ministerio de Relaciones Exteriores japonés.
"Si la comunidad internacional está dividida, ello no solamente beneficiará a Iraq, sino que pondrá gravemente en duda la autoridad y utilidad práctica de las Naciones Unidas", dijo a Fox el martes.
Aunque Japón solamente tiene un comercio de 10.000 millones de dólares con México, en comparación con los 250.000 millones de Estados Unidos, las empresas japonesas son inversionistas importantes y generadores de empleo, especialmente en las plantas automotrices mexicanas.
Fox ha dicho en varias ocasiones que busca un acuerdo entre quienes favorecen la guerra y quienes se oponen a ella.
Enfrentando elecciones legislativas en julio, Fox no quiere alienar a los sectores que se oponen a la guerra, pero tampoco quiere generar fricciones con Estados Unidos, país con el cual se desarrolla el 75% del comercio mexicano.