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México, DF.- El presidente Vicente Foxdejó en claro ante la Asamblea General de la CTM que en este año electoral “mi gobierno no exige ni impone lealtades partidarias a ningún sindicato o a ninguna otra organización”. Al inaugurar la CXXVI Asamblea General Ordinaria de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), el jefe del Ejecutivo federal destacó que en la nueva democracia mexicana todos tienen algo que aportar. Recordó que desde el primer día, su gobierno es incluyente y plural; todas las organizaciones sociales cuentan con el respeto y el apoyo del presidente, y al igual que los sindicatos, tienen la oportunidad de presentarse de manera renovada ante la ciudadanía, reinventar sus bases esenciales de unidad, autonomía, legitimidad, libertad y representación.
Subrayó que hoy la CTM enfrenta el reto de mantenerse a la vanguardia impulsando una nueva cultura laboral, contribuyendo a la actualización de la legislación y las prácticas laborales, poniendo siempre a la persona, al trabajador, en el centro de sus preocupaciones.
En el evento, donde el secretario de Atención a Grupos Marginados de la CTM, Rigoberto Ochoa Zaragoza, le dijo que aunque no son correligionarios Fox es presidente indiscutible de todos los mexicanos, el primer mandatario invitó a los integrantes de la central obrera a seguir fortaleciendo su libertad y autonomía.
En el auditorio Fernando Amilpa de la CTM, el presidente Fox dijo estar seguro que con la participación de los cetemistas y de todos los mexicanos, independientemente de la militancia política que cada quien siga en lo individual, se lograrán los acuerdos que permitan trabajar juntos por el bien de México.
Reiteró que en las justas y legítimas reivindicaciones de los trabajadores no se dará ni un paso atrás, no se privatizará el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el Infonavit, ni ninguna de las instituciones creadas con el apoyo de la CTM.
Subrayó que el gobierno está dedicado en pleno a fortalecer cada una de estas instituciones y para seguir avanzando se requiere un sindicalismo que vele por los justos derechos y reivindicaciones de las y los trabajadores, que promuevan más capacitación y mejores condiciones como sustento de una mayor productividad.
“Un sindicalismo que impulse una nueva cultura laboral basada en la democracia y la corresponsabilidad, que promueva el respeto y la búsqueda de acuerdos entre empresarios y trabajadores para responder a los desafíos actuales y futuros de nuestra industria”, señaló.
El primer mandatario mencionó que se requiere una nueva cultura laboral que se sustente en una nueva visión de trabajo, de la empresa y del desarrollo del país, en la revaloración de la persona, en su dignidad y que entienda el trabajo como la forma más noble para la realización humana y personal.
Mencionó que trata de una cultura laboral que mejore las relaciones obrero patronales, a partir de considerar a la productividad como el soporte de la creación de más empleos.
Por cierto, los niveles alcanzados en productividad van más allá de un crecimiento del 4.5 por ciento, lo cual, indicó, “nos iguala con los índices de crecimiento de productividad de los Estados Unidos”.
“Así es de que estamos en pie de lucha, están ustedes dando la batalla en el frente de la productividad, en el de la calidad y en el de la excelencia. Así como hemos de obtener más empleos y así es como los salarios serán mejor remunerados”, agregó.
En su discurso, el presidente Vicente Fox dijo que su gobierno busca apoyar a la gente del campo, que es donde están los mayores niveles de pobreza y rezago y se tiene la obligación política y moral de salir adelante con la gran convocatoria que se hizo a favor de este sector.
Sostuvo que en esta materia se requiere de una nueva política de Estado, de alto compromiso y volcar a todo el Estado mexicano a apoyar a esos 18 millones de mexicanos y mexicanas que están en el sector.
El primer mandatario hizo entonces un reconocimiento a todos quienes pagan impuestos en este país, porque gracias a este ingreso se puede invertir en el campo mexicano y en sus familias una cifra histórica, cercana a 117 mil millones de pesos para apoyar a las familias campesinas, comunidades indígenas y rurales.
Esta transferencia neta de recursos se debe al esfuerzo de todos quienes producen en este país “porque no hay recaudación fiscal en el campo mexicano”, y anunció que en los próximos meses se seguirá con mucha atención la evolución de la economía mundial “y actuaremos ante cualquier eventualidad con toda responsabilidad y oportunidad”, enfatizó.