Reuters
NIZA, FRANCIA.- Unos 700 bomberos trataban de contener las llamas en La Motte, cerca de la Costa Azul de Francia, mientras un juez se disponía a interrogar ayer a un hombre sospechoso de iniciar los devastadores incendios de esta semana.
Fuegos avivados por una ola de calor provocaron la muerte de una persona ayer en Portugal. Las autoridades allí dijeron que un hombre de 60 años murió quemado cerca del pueblo de Fundao, a 230 kilómetros de Lisboa.
Más de 500 bomberos y 300 soldados combatían por tercer día el último de varios incendios forestales en el centro de Portugal.
La mayoría de los incendios que han afectado las colinas a lo largo de la Riviera francesa dejaron de propagarse al disminuir la fuerza de los vientos, pero espesas columnas de humo negro salían de los bosques, donde los bomberos intentaban controlar varios puntos de fuegos.
Aviones y helicópteros de extinción de incendios lanzaban agua sobre los montes carbonizados y bomberos exhaustos rociaron matorrales y árboles para retener las llamas que han destruido una gran franja de la región mediterránea entre Cannes y Toulon.
“El gran incendio en La Motte aún está ardiendo. Tenemos un equipo de tamaño decente allá: 700 hombres, cuatro aviones y tres helicópteros”, dijo Florian Denan, portavoz de los bomberos en la región Var. Un cuarto helicóptero despegó de Rusia para participar en la batalla contra las llamas.
Las autoridades locales sospechan que hay pirómanos detrás de algunos de los casi 30 fuegos devastadores que comenzaron el lunes por la noche y han cubierto la pintoresca campiña de la Provenza con un humo oscuro y denso, obligando a miles de veraneantes a abandonar villas y viviendas rurales.
El presidente Jacques Chirac prometió un castigo severo para los responsables de desatar los incendios y la policía examinaba el miércoles muestras de árboles calcinados, en busca de rastros de combustible.