Por Eunice Martínez Arias
El Siglo de Torreón
GÓMEZ PALACIO, DGO.- La ilusión había terminado; detrás del telón las enormes plumas color amarillo descansaban momentáneamente. Los aplausos ya no se escuchaban y Francis -sin peluca y cubierto únicamente por una bata floreada- se retocaba el maquillaje frente al espejo de su camerino.
La primera de las dos funciones que ofreció la noche del martes en el Teatro Alberto M. Alvarado, acababa de terminar. Minutos antes, la gente lo había despedido de pie luego del emotivo final donde habló de su vida, su homosexualidad y la pena que lo embarga cuando en la calle “a Francisco le gritan pu... y a Francis, en el escenario mamacita”.
-Francis, ¿después de cada show es lo mismo? ¿siempre lloras?
-Sí, y sí lloro ¿eh?... a estas alturas con tantas preguntas que me hacen en la calle y los medios (de comunicación), dije pues voy a hacer algo así para contestarle al público todas sus dudas. Sí me gusta hacerlo pero te voy a confesar una cosa que finalmente es muy cierta, es como autoflagelarme porque en cada función digo lo que siento, sobre todo en la canción que canto al último, en esa frase que dice aunque nos griten maricones, que es lo que más odio en la vida”.
Por muchos es sabido, que Francisco García Escalante -mejor conocido como Francis- inició su carrera en un ballet de travestistas durante la filmación de la película Noches de Cabaret, donde participaba Sasha Montenegro. Asegura que su historia es más sencilla de lo que la gente cree, “era simplemente un ‘jotito’ que quería ser artista y que se atrevió a montar un espectáculo de calidad, donde él y otras personas imitan a las más famosas luminarias”, lo que actualmente es conocido como El Show de Francis.
De esa manera, aquél joven cumplió su sueño de ser mujer aunque fuera durante las dos horas del show, pues ya en la calle no usa los brillosos vestidos, pelucas ni los “accesorios” que lo hacen verse como toda una dama.
La segunda función estaba por iniciar, afuera del teatro la cola de gente llegaba casi a la esquina. En los camerinos todos presurosos cambiaban sus vestuarios. Francis, con una agilidad digna de reconocimiento, retocaba el maquillaje... rubor, sombras, labiales, cotonetes y lápices delineadores abundaban en el pequeño tocador.
-¿Crees que en México los homosexuales son igualmente aceptados que en los países de Europa?
-Creo que en ninguna parte del mundo... la discriminación siempre va a ser la discriminación, habrá la libertad de que te puedas mostrar en la calle, agarrarte de la mano, darte un beso con tu pareja y ese tipo de cosas, pero a la hora de ir a pedir un trabajo de ejecutiva con la capacidad, con tus títulos, con tus estudios y vestida de mujer con un traje, te lo van a negar. En las empresas ven que hay peligro porque gente como nosotros, que hemos sido discriminadas tantísimos año y que la lucha es todos los días, como que Dios nos otorgó un sexto sentido para sobrevivir y mucha gente le tiene miedo a eso porque fácil los podemos desbancar. Somos travestis, no estamos en coma.
La crisis en que se encuentra el teatro en México, también alcanzó a Francis. Este año no iba a montar su show porque no tenía los medios para hacerlo, pero con la ayuda de una amiga y de sí mismo, lo logró.
Ya pasaba de las 9:30 de la noche, la última función iniciaría en unos minutos. Su rostro ya estaba perfectamente maquillado.
¿Eres feliz?
-No creo en la felicidad, la felicidad para mí no existe; existe la tranquilidad, y cuando tienes tranquilidad contigo mismo logras tener una pareja con tranquilidad, tranquilidad económica y todo lo demás...
Diversión con nombre de mujer
Pilar Montenegro y Yuri cautivaron con su sensualidad; Silvia “Final” desató sonoras carcajadas con su programa de Mujer, Cosas de la Vida Fatal; pero la que se llevó la noche fue María Félix, la “Doña de Doñas”.
Ante un teatro que apenas contó con la asistencia de 450 personas (entre las dos funciones), la noche del martes Francis presentó su Show 2003 en el escenario del Alberto M. Alvarado; el cual logró poner al público de pie en reconocimiento a la excelente labor de los artistas tanto en su actuación, como en la escenografía, coreografía y el fastuoso vestuario que hizo recordar las grandes noches de cabaret.
Desde el principio, Francis dejó claro que las inhibiciones no eran parte de su espectáculo. Sus chistes colorados y los comentarios acerca de los travestis, más allá de incomodar, lograron que los asistentes respetaran su trabajo. Lo mismo aplaudieron a los hombres que le dieron vida a Roberto Carlos, Pepe Aguilar, Arjona, Pedro Fernández y Ricky Martín, así como a los travestis que imitaron a Lucero y, Alicia Villarreal.
Aunque la gente reconoció la labor del elenco, fue Francis con su imitación de “La Doña” la predilecta. Los gestos, su voz y el vestuario eran muy similares a la de la diva del cine mexicano, la única y “gran” diferencia fue el lenguaje florido que utilizó.
Finalmente, y como se ha venido haciendo costumbre, terminó las dos funciones contestando las preguntas que el público tiene sobre su persona, en las que dejó claro que no desea tener hijos y que no piensa casarse, “porque si a Tatiana -siendo La Reina de los Niños le ha ido de la chin...- yo que soy la Reina de los Put... ¡me crucifican!”.
Noche de cabaret
A sus 45 años de edad, Francis sigue trabajando con su espectáculo de imitaciones. Ya está planeando el que montará en el 2004, en el que dijo, tiene pensado cantar con mariachi.
-Día: martes nueve de diciembre.
-Lugar: Teatro Alberto M. Alvarado.
-Funciones: 7:15 y 9:30 de la noche.
-Duración: dos horas.
-Asistencia: 450 personas (con un promedio de 225 por función).
-Lo más divertido: la imitación de María Félix.
-Lo más ovacionado: el tema que Francis interpreta al término de su show con voz de hombre, en el que transmite su sentir por ser blanco de críticas e insultos por parte de la sociedad.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón