14 octubre 2003
VIRGINIA BEACH, Virginia, (AP).- John Allen Muhammad se declaró inocente el martes de una serie de letales ataques en la capital de Estados Unidos y zonas aledañas, al comenzar el proceso al presunto francotirador un año después de las emboscadas.
Si es declarado culpable, Muhammad, de 42 años, enfrenta la pena de muerte. Muhammad y Lee Boyd Malvo, de 18 años, son acusados de haber baleado a 13 personas, y de haber asesinado a 10, en el curso de tres semanas durante octubre del 2002.
El sospechoso se declaró inocente de los cargos de homicidio múltiple y de posesión de armas de fuego. Al principio se mantuvo silencioso cuando el juez Roy F. Millette le formuló una pregunta de rutina, pero respondió luego, tras consultar con su abogado.
Muhammad, que vestía una camisa con las puntas del cuello abotonadas y corbata, dijo a Millette que comprendía los cargos formulados y que estaba dispuesto para el juicio. "Sí, estoy preparado para eso", dijo.
El caso, que podría durar unas seis semanas, fue desplazado de la zona metropolitana de Washington a esta ciudad del sureste de Virginia, a unos 320 kilómetros de distancia, debido a la selección de potenciales jurados. Esa decisión se adoptó luego que abogados de la defensa dijeron que cada residente del norte de Virginia podía ser considerado una víctima debido a que los ataques los habían asustado.
Aún así, algunos expertos dijeron que será difícil elegir miembros del jurado imparciales a raíz de la gran cobertura periodística que se dio al caso. Unos 120 potenciales miembros del jurado fueron llevados al tribunal en grupos de unos 40, con el propósito de llenar un largo formulario.
Luego que fue traído el primer grupo, Millette introdujo a Muhammad y a los abogados de la fiscalía y la defensa.
Millette ordenó que los potenciales miembros del jurado fuesen interrogados de manera individual acerca de temas muy delicados, como sus puntos de vista sobre la pena de muerte, su conocimiento del caso, y si ellos o sus familias se habían sentido aterrorizados durante los ataques.
Los abogados de Muhammad, Peter Greenspun y Jonathan Shapiro, también expresaron su preocupación de que revelaciones de la policía han afectado las posibilidades de su cliente de tener un proceso justo.
Paul Ebert, un fiscal del condado Prince William, donde se originó el caso, desestimó la idea de que las filtraciones de información habían afectado a la defensa. Señaló que lo contrario era cierto. Por ejemplo, un libro recientemente publicado ofreció a la defensa más información sobre las pesquisas policiales, de lo que hubieran podido obtener de manera legal, dijo.