22 octubre 2003
Virginia Beach (EU), (EFE).- El presunto francotirador que aterrorizó el área de Washington el año pasado, John Allen Mohamed, ha renunciado a representarse a sí mismo en el juicio que se le sigue por esa ola de asesinatos, que se cobró diez muertos.
Según anunció hoy el juez encargado del caso, LeRoy Millette, Mohamed, que en los dos primeros días del juicio se representó a sí mismo, ha decidido volver a encomendar su defensa a sus antiguos abogados, Jonathan Shapiro y Peter Greenspun.
A lo largo de los dos días, Mohamed tuvo ocasión de interrogar a una de las personas a las que supuestamente hirió hace un año en una serie de ataques al azar en el extrarradio de la capital estadounidense.
Los fiscales se habían quejado de que, pese a que el sospechoso había optado por defenderse a sí mismo, seguía consultando constantemente a sus abogados, presentes en la sala, y el juez se había visto obligado a pedirle que limitara sus comentarios a interrogar a los testigos.
El juicio que se celebra en la localidad de Virginia Beach (Virginia) ha acaparado titulares en la prensa nacional e internacional, dado en parte porque se trata del primer caso en que el acusado podría ser condenado a la pena de muerte bajo una ley antiterrorista que promulgó el estado el año pasado.
Mohamed, de 42 años, y su protegido Lee Boyd Malvo, de 18, están acusados del asesinato de diez personas y de causar heridas a tres para extorsionar a las autoridades, a las que exigían diez millones de dólares a cambio de cesar la ola de violencia.
En concreto, a Mohamed se le atribuye el ser el autor material del disparo que costó la vida a Dean Meyers, de 53 años, cuando repostaba combustible en una gasolinera en Manassas (Virginia) el 9 de octubre del año pasado.
Bajo la ley antiterrorista de Virginia, Mohamed podría ser sentenciado a la pena de muerte -en un estado muy conservador y proclive a las ejecuciones-, aunque se demuestre que no ha sido el autor material del asesinato. Basta con que se demuestre que tuvo responsabilidad en los hechos.
El juicio de Malvo se celebrará el mes próximo en otra localidad del estado, Chesapeake, elegida, como Virginia Beach, por su distancia de la capital, al considerarse que lejos de los lugares en los que se perpetraron los asesinatos tendrían más posibilidades de ser objeto de un juicio justo.