La Reforma Fiscal no se debe de centrar en la creación de nuevos impuestos sino en perfeccionar los ya existentes, así como en el combate a la evasión fiscal.
Ante la negativa del PRI de aceptar el cinco por ciento a alimentos y medicinas, ?porque no pueden traicionar su oferta de campaña?, ?porque no pueden atentar contra la economía de los mexicanos? proponen un nuevo impuesto, Impuesto sobre Productos Industrializados (IPI).
De aplicarse la propuesta priista que pretende gravar con diez por ciento a la producción de alimentos y bebidas, los precios al consumidor se elevarían entre siete y diez por ciento, para los productores agropecuarios, el impuesto denominado IPI, propuesto por el PRI, es totalmente populista, y de aplicarse podría provocar la desaparición de las pequeñas y medianas empresas.
Es una opción populista y se les paso la mano. Es un IVA maquillado para el consumidor.
El Frankestein fiscal que el PRI presento puede convertirse en un nuevo ?engendro? similar o peor al de 2001, ya que la propuesta es una aberración que desincentiva la inversión y crea mas nudos al régimen fiscal.
Se corre el peligro de tener un engendro fiscal similar o peor al de 2001 por la irresponsabilidad de los diputados.
El planteamiento es pésimo, proponen ese impuesto especial de diez por ciento que se supone no repercute en los consumidores? pensar que no les afectara es una ?tontería? y darle atole con el dedo a la gente, la única forma en que las empresas absorban el costo es despidiendo a la gente.
¿Por que el Impuesto a la Producción, Intermediación e Importación (IPI) no se le llama simplemente Impuesto al Valor Agregado (IVA)?
Al final, ese gravamen se trasladara a los consumidores, lo cual es un sinónimo de IVA.
Dicho impuesto es un desanimo para los inversionistas nacionales y extranjeros, ya que en lugar de bajar la tarifa del Impuesto Sobre la Renta a 30 por ciento, en realidad se pagaría una tasa de 40 por ciento.
?Toda la propuesta del PRI lo que hace nuevamente es beneficiar a la economía informal y desanimar las inversiones, porque con un diez por ciento adicional de impuesto mejor no se pone el capital en riesgo. Con el nuevo gravamen se tendría que analizar si es jurídicamente viable para evitar una ola de amparos.
Preocupa el que se estén enviando señales negativas a los inversionistas nacionales y extranjeros, no se debe repetir algo similar a años anteriores.
Lo único que hace el PRI con su propuesta es cubrirse ?políticamente? y al aumentarse los precios, los malos de la película son entonces los comerciantes.
Sin duda, es una jugada política burda y estúpida? nadie sabe nada, nadie esta interesado en responder a la población, nos dejan con el Jesús en la boca de pensar si nos van a afectar o no.
Insisto en que el sistema impositivo que menos distorsiones causa es uno basado en ISR con tasa bajas, sin tratamientos especiales, acompañado de impuestos uniformes al gasto, tal como un IVA generalizado y homogéneo, así como con el menor numero posible de impuestos especiales.
Ojalá México tuviera diputados que vean por el país y no por los intereses partidistas? con esta propuesta que afecta al mismo comportamiento del mercado es un golpe para México.
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