Los intentos por ver una real reforma educativa en el sistema mexicano han sido retrasados por el poder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), institución que ha sido poderosa durante muchos años, lo cual se suma a un Gobierno Federal que no está apoyando el cambio y a la descentralización de las operaciones, sino al control y poder del federalismo sin dotar de autonomía a las secretarías de Educación de los estados.
Carlos Ornelas Gallegos, autor de varios libros, profesor visitante de la Universidad de Harvard y del Tecnológico de Monterrey, también ex asesor de la Secretaría de Educación Pública en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, está conformando un libro en el que analiza la ?Reforma Educativa? y que manifestó está por concluir, a través de arduas investigaciones.
Explicó que en el sexenio de Salinas de Gortari se expresó un discurso de una realidad educativa ante un mundo cambiante, recién había tomado el poder, calificó el sistema así el entonces Presidente de la República: ?tenemos una educación de baja calidad?, dijo y añadió que es tradicionalista e inequitativa.
Ante el panorama instruyó al entonces Secretario de Educación, Manuel Bartlett Díaz, para que hiciera un programa de descentralización de calidad y equidad, de donde se generó el Programa de Modernidad Educativa.
De ahí las manifestaciones del magisterio en 1989 ante los bajos salarios que percibían y ante el rechazo de sus líderes sindicales. Bartlett comenzó a sacudir el sistema sindical y a quitar comisionados, que nunca estaban frente a un grupo, que ganaban mucho dinero, que no desempeñaban un papel productivo en la educación y se empezó a restar poder al SNTE.
Ante los conflictos que tuvo Bartlett con el SNTE y el estancamiento de algunas negociaciones, se procedió al cambio en la SEP. Ahí entró Ernesto Zedillo Ponce de León, quien continuó con el proyecto.
Se logró un objetivo con los Programas Compensatorios, el que los niños fueran a la escuela gracias a la emisión de becas que ayudaron a habitantes de extrema pobreza en el país. A las familias clasificadas en esta economía les convino mantener a uno de sus hijos en la escuela. Ya después con otros, como el Programa para la Educación Salud y Alimentación ?y la corrupción? (así lo señaló), pudieron acceder a otras becas. De este modo, era más sustentable mantener a los niños en las escuelas que mandarlos a trabajar y a traer dinero a su casa. Así el crecimiento en la educación en nivel primaria creció un 15 por ciento en el país.
A pesar de los logros, continuaba existiendo el fantasma del SNTE. Al tratar de descentralizar las funciones de la SEP y pasarla a los estados, se lograron propósitos a medias, a través de comisiones formadas entre SEP-SNTE, que en la práctica se logró más bien una comisión ?SNTE-SNTE?, explicó, al determinar que el poder del gremio era enorme y aún continúa siéndolo. ?Tanto es así que ningún gobernador ha estado por encima de un secretario general de SNTE en los estados?.
Las plazas de los dirigentes sindicales manifiestan un buen puesto, pues sin estar frente a un grupo, sin mantener una coordinación real y con la obtención de una automática carrera magisterial, aseguraban un nutrido retiro económico.
La supuesta autonomía que se les ha brindado a los estados en materia educativa es disfrazada, comentó el conferencista, pues los estados a través de estas dependencias pueden opinar y solicitar los cambios de planes de estudio, proponer transformaciones a los libros (como se propone en la Ley General de Educación, en sus artículos, 11, 12, 13 y 14), pero todo esto debe ser aprobado y consultado ante la SEP. ?¿Cuál autonomía, cuál descentralización?, preguntó, ?nunca la ha habido?, concluyó.
Falso discurso de maestros mal pagados
En la conferencia manifestada en el ciclo de la Universidad Pedagógica de Durango por Carlos Ornelas, dijo que hoy existe un falso discurso de maestros mal pagados, pues menos del 25 por ciento de ellos ganan casi los seis mil pesos mensuales en la actualidad.
Una carrera magisterial que comenzó a dar sus frutos en 1993 y que ha mantenido una estructura lineal ha permitido a los maestros capacitarse, de tal modo que ha tenido una revaloración moral, como ha pedido Elba Esther Gordillo, secretaria general del PRI nacional y líder moral del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. Mientras el docente no pasa de una estructura lineal, sí ha mantenido frutos salariales. En enero de 1989 los sueldos más bajos eran de 1.57 salarios mínimos, 407 pesos, para mayo del 2001 el salario fue de cinco mil 072 pesos y en el 2003 sobrepasa los seis mil pesos mensuales.
Además, en México el docente labora 208 días al año. En Japón los maestros trabajan mil 720 horas anuales; país de primer mundo, pero países subdesarrollados como Perú manejan mil 400 horas y Guatemala mil 320, de tal modo que Carlos Ornelas subrayó: ?El maestro mexicano mal pagado no existe?.