Hay exoplotación irracional de mantos acuíferos
El proyecto de crear una Ley de Aguas a nivel estatal está por el momento archivado en el Congreso, debido a que en los primeros análisis hubo discrepancias entre diputados del PAN y PRI: los primeros se oponen a la propuesta de los segundos, de que el organismo descentralizado dependa de Secope y Medio Ambiente, al considerar que con ello dejaría de ser autónomo.
La fracción panista propone que la Comisión Estatal del Agua no dependa de ninguna secretaría, para que pueda fungir como un organismo único descentralizado, con personalidad jurídica y patrimonio propio, bajo la consideración de que, al no ser de esta manera, se incumpliría con lo que establece la ley y dificultaría la comunicación y trato directo con las instancias federales.
Deficiencias
La necesidad e importancia de establecer un marco jurídico adecuado a las circunstancias de Durango, y crear un organismo normativo descentralizado autónomo, similar a lo que es Conagua a nivel federal, estribaría en sentar las bases para promover y lograr una verdadera cultura del buen uso del agua, desde la explotación racional de los mantos acuíferos, hasta el saneamiento, sin dejar de lado el servicio directo a los consumidores, pero además de que también tendría competencia en evitar la erosión de la tierra, entre otros aspectos.
Al respecto, en los archivos legislativos del Congreso local, existe un anteproyecto para crear la Ley del Agua para el Estado de Durango, que sería una adecuación del ordenamiento federal en vigor, que implicaría la creación de un organismo descentralizado autónomo, con funciones similares a lo que es ahora Conagua, pero enfocadas a las características particulares del territorio estatal.
Uno de los promotores del proyecto, el diputado panista Jesús Gerardo Pérez Sáenz, señaló la necesidad de que Durango tenga un marco jurídico local sobre el manejo del agua, tanto en su extracción, para que no se exploten irracionalmente los mantos acuíferos, como en llevar el líquido potable a los domicilios, sin dejar de lado el tratamiento de los que se generan domésticamente.
Pero, además, el ordenamiento incluiría la protección a la tierra, para evitar la erosión que la daña. Puso por ejemplo que cada año, por diversas circunstancias, las zonas de agostadero y pastoreo tienen menor capacidad para atender a los animales, debido a que no hay un uso eficiente, aunque además del sobrepastoreo la tierra se va. Es el mismo caso de las superficies agrícolas, que cada vez quedan más desérticas y pierden aptitudes productivas.
Pérez Sáenz también destacó que al crear un marco legal, acorde con las circunstancias particulares de la entidad, los organismos operadores de los sistemas de agua potable tendrían los elementos jurídicos para garantizar solvencia económica y no pasar los problemas que vive actualmente el Sideapa de Durango.
Puso por ejemplo que Nuevo León es de los estados donde ya se tiene un reglamento local, y ello se traduce en que el organismo operador del sistema de agua potable de la capital neoleonesa es autosuficiente financieramente, e incluso, apoya económicamente a otras instancias de gobierno. De ahí la importancia de que en Durango exista algo similar.
La cultura del buen uso tendrá que darse al existir obligaciones qué cumplir, lo que no ocurre en la actualidad, ya que hay deficiencias en la explotación de los mantos acuíferos, tanto para consumo humano, como agrícola, lo mismo en los sistemas de agua potable, además de que se regularía el saneamiento de una mejor manera.