SAN ANTONIO, EU.- Al menos cuatro influyentes legisladores republicanos urgieron ayer a acelerar la reforma al sistema de inmigración de Estados Unidos, frente al nuevo récord de muertes de indocumentados este año fiscal en la frontera de Arizona con México.
El senador John Cornyn criticó ayer con dureza la actual política fronteriza estadounidense respecto a México y consideró que es imprescindible reformarla para que Estados Unidos se beneficie del impulso económico de la inmigración.
Abogó por cambiar el actual sistema de control fronterizo para que la frontera ?no sea un obstáculo a los empeños legítimos y beneficiosos?, y no se convierta ?en la puerta trasera de Estados Unidos, en la que los traficantes de drogas y personas, e incluso los terroristas, puedan circular sin problemas en ambos sentidos?.
?El fruto de nuestra actual política de fronteras se traduce en muerte, riesgos y rechazo?, manifestó Cornyn, un republicano de Texas, en un discurso que pronunció ante la Conferencia sobre Terrorismo y Fronteras que se celebra en San Antonio.
Cornyn habló de este asunto el viernes con el canciller mexicano, Luis Ernesto Derbez, durante su visita a Washington, en una serie de contactos que comenzaron cuando el senador viajó a ciudad de México el mes pasado para presentar su iniciativa de reforma legal.
Por su parte, el senador John McCain y los congresistas Jim Kolbe y Jeff Flakes, todos representantes por Arizona, exigieron un cambio en la política migratoria estadounidense, en momentos en que el número de muertos en la frontera de ese sureño estado ascendió a 146 desde octubre pasado.
La cifra rebasó las 145 ocurridas durante el año fiscal anterior -comprendido de octubre a septiembre-, manteniendo la tendencia ascendente que se ha venido registrando desde el 2001, cuando la cifra superó las 100.
?Estamos preocupados por saber qué otra muerte ocurrió en Arizona la semana pasada. La víctima fue la numero 146 desde octubre del 2002, con lo cual el sombrío récord del año pasado ha sido superado?, señalaron los tres legisladores en un comunicado conjunto.
Un desafío
El director del FBI (Oficina Federal de Investigación, por sus siglas en inglés), Robert Mueller, dijo ayer que Estados Unidos enfrenta un desafío arduo en su frontera con México: permitir el beneficioso flujo de comercio e inmigrantes, al tiempo que se dejan afuera amenazas terroristas.
Mueller aprovechó esta semana el segundo aniversario de los ataques del 11 de septiembre para proclamar éxito en el combate a los enemigos de Estados Unidos y para reiterar los continuos riesgos representados por Al Qaeda y otras organizaciones.
?Al Qaeda sigue adaptándose?, dijo Mueller a una concurrencia de funcionarios fronterizos y antiterroristas estadounidenses y mexicanos. ?Si hacemos más difícil un blanco, Al Qaeda ataca otro (...) nuestro esfuerzo colectivo aquí en el área fronteriza no puede ser subestimado?.
Ninguno de los atacantes del 11 de septiembre del 2001 ingresó a Estados Unidos a través de la larga frontera con México, reconoció Mueller, pero advirtió que los terroristas ?podrían muy bien estar preparados para infiltrarse por nuestras fronteras en formas que no hemos visto?.