TORREÓN, COAH.- Una historia más se escribe en el ancho libro de pobreza y necesidad que padece Latinoamérica; desde una reducida celda en Tribunales Administrativos Isaías Méndez de origen guatemalteco narra su aventura cuyo objetivo, como muchos otros de su condición, era conquistar el país más poderoso del mundo.
Su sueño se vio truncado al llegar a la central camionera local donde representantes del departamento de Migración lo esperaban para trasladarlo a los separos preventivos. Ayer cumplió ocho días tras las rejas y su futuro es poco favorable.
Isaías tiene 19 años, sus padres y tres hermanos menores quienes en este momento desconocen su paradero, llegó hasta cuarto de primaria y vive en San Pedro Pinula, departamento de Jalapa en Guatemala, donde trabaja en la agricultura durante largas jornadas de siete de la mañana a las cuatro de la tarde a cambio de 25 quetzales equivalentes a unos 18 pesos.
Tras las rejas en el edificio de calzada Colón y avenida Delicias, este joven recuerda el seis de abril, cuando decidió salir de su casa con tres mil quetzales en la bolsa. Isaías, viendo la condición de pobreza en la que vive su familia y las remotas posibilidades de mejorar, empezó a pensar en la probabilidad de llegar a Estados Unidos y ganar monedas de mayor valor que en su país.
Recuerda que salió con destino a Tecún y de ahí a México, para trasladarse posteriormente a Guadalajara; viajaba en camión y en cada lugar al que llegaba trabajaba en lo que fuera, limpiando jardines y hasta cuidando crías de animales diversos, explica.
“Cuando salí de Guadalajara jamás me imaginé que en esta ciudad terminaría mi aventura, corrí con menos suerte y me agarraron... aquí está igual que en Guatemala, hay desempleo y pobreza, pero en aquella nación no llegan aún las maquiladoras y la gente sigue trabajando en el campo, en cosechas de frijol y maíz ganando mínimas cantidades de dinero”.
“Yo pensaba llegar a Nueva York o a Los Ángeles, no tengo familiares, ni conocidos, iba sólo con la bendición de Dios, pues cualquier paga seguramente sería superior a los 25 quetzales que ganaba en Guatemala y con trabajos menos intensos, pero está claro que para el pobre la lucha es más difícil”.
Este joven hoy cumple nueve días tras las rejas, la alimentación es escasa y todos los días le dicen que mañana llegarán los representantes de Servicios Migratorios para trasladarlo, pero no ha ocurrido nada. Reconoce que al regresar a su país le será más difícil intentar de nuevo el viaje a Estados Unidos.
Isaías, víctima de los problemas socio económicos y políticos de su país, está obligado a seguir intentando otras acciones que lo lleven a mejorar su situación y la de su familia; en la celda donde se encuentra es sólo uno más de los detenidos durante los últimos días.
Aventuras obligadas
Ayer amanecieron cuatro extranjeros más en la celda donde se encontraba Isaías en Tribunales Administrativos.
Juan Antonio González, Juan José José, Tomás Castro Castro, los tres de origen guatemalteco y Ronald Monroy procedente de El Salvador.
Juan José José de apenas 16 años de edad, se vio obligado a intentar por primera vez internarse en Estados Unidos, pues al igual que sus compañeros trabaja en el campo obteniendo raquíticas ganancias que no le permiten ni siquiera afrontar lo más elemental.
Fueron detenidos en distintas partes, aunque Ronald reconoce que él llamó a la oficina de policía para que lo trasladaran a la ergástula donde espera a los representantes de Servicios Migratorios quienes lo enviarán a su país.