22 de diciembre de 2003.
Ocozocuautla, Chis, (Notimex).- El presidente Vicente Fox insistió en que la comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados cometió un error al rechazar la reforma fiscal y limitar los recursos contra la miseria y la pobreza que son herencia "de quienes ahora se han autodenominado salvadores del pueblo y redentores de la pobreza".
Indicó que el país necesita avanzar con mayor rapidez y la reforma fiscal lo permitía, pero ahora "avanzaremos de manera más lenta", porque el Estado quedará restringido en sus recursos por las decisiones que impidieron un mejor presupuesto para 2004.
De igual manera, dijo que acatar la voluntad de los diputados "no excluye el derecho y la responsabilidad del Ejecutivo y del presidente de la República a seguir luchando, y lo haremos hasta el final de mi mandato a favor de una reforma fiscal que impulse el crecimiento, genere empleos y disminuya la pobreza".
En la inauguración del puente Chiapas, el Jefe del Ejecutivo Federal lamentó, de nueva cuenta, el rechazo a la reforma fiscal que implica, dijo, que se dejen de construir escuelas, centros de salud, hospitales, sistemas de agua potable, carreteras, puentes y que se generen empleos.
Ratificó que el Ejecutivo propone y el Legislativo dispone y mencionó que lo que provoca la tensión política "no son las discrepancias ni las diferencias, sino el forcejeo interno de un partido político que busca dirimirse a costa de los intereses nacionales".
"Lo que provoca la tensión no son los argumentos diferentes, sino los intereses electores y la rebatinga del poder que pretenden encubrir con sus discursos de falsa defensa popular", enfatizó el Primer Mandatario.
Indicó que respeta la decisión de las mayorías en el Congreso, pero ello no quiere decir que el Presidente no tenga su propia posición y la defienda pensando en México, e intente hacer valer sus convicciones como sucede en cualquier democracia.
Advirtió que "de no hacer esta defensa, la sociedad estaría en su derecho de reclamarle al Presidente", pues tanto el Ejecutivo como cualquier ciudadano tiene el derecho y la obligación de proponer y defender sus ideas.
Anotó que de la misma forma en que senadores y diputados, gobernadores, dirigentes sindicales y empresarios ofrecen su opinión, así también lo hace el Presidente.
El diálogo, el intercambio, la discusión y el debate consolidan y profundizan la democracia, "la hacen mejor", enfatizó el mandatario.
Recordó que el país goza de un gran clima de tranquilidad política, en un marco que es propio de las sociedades que son verdaderamente democráticas, donde el diálogo y el debate, muchas veces intenso, constituye una de sus características más importantes.
Indicó que hoy en el país se pueden expresar todas las voces, cada una a partir de su propia convicción y razonamiento y pueden o no coincidir, pero lo que es indispensable es que existe el espacio para la expresión de la pluralidad en un ambiente de tolerancia.
Esa es una realidad y una conquista de la sociedad mexicana a partir del año 2000, por lo que a nadie debe preocupar la fortaleza de nuestra actual democracia, pues "por ella hemos luchado y a todos nos pertenece", subrayó.
En su discurso, el presidente Fox comentó que es normal que en toda negociación y diálogo, los participantes pretendan influir en los interlocutores, por lo cual "es absurdo que en un diálogo alguien se queje porque se le pretende influenciar", y en esa visión subyace el dogmatismo y la cerrazón.
El Primer Mandatario dijo que respeta la decisión de la mayoría de diputados que la Comisión de Hacienda rechazaron la reforma fiscal, la cual podría haber otorgado mayores recursos al gobierno federal y a los estatales.
Anotó que con ella se podría hacer frente a los grandes rezagos sociales "que heredamos, precisamente de aquellos que en grupo, pensando en intereses personales" impidieron que esa reforma llegara al pleno de la Cámara de Diputados.